Cinco profesionales de la comunicación sobre el escenario para reflexionar sobre la polarización en la Iglesia. Cinco personas vocacionadas que evidencian y padecen en primera persona la tendencia creciente a la crispación en el universo digital alimentado por los propios cristianos. Cinco comunicadores que tienen puentes a través de los perfiles de la pantalla de su móvil. Xiskya Valladares, Auxi Rueda, Cristina Sánchez, Damián Montes y Ana Medina como moderadora. Juntos analizaron este contexto de tensión en la sesión de tarde de las VII Conversaciones PPC, organizados por la editorial y por el Instituto Superior de Pastoral en Madrid.
“La Iglesia está recibiendo la transferencia de las polarizaciones de la sociedad”, compartió Xiskya Valladares, religiosa de la Pureza de María, docente e investigadora en comunicación digital, además de cofundadora de iMisión. En este sentido, alertó de que “hay medios que se encargan de detectar polémica y cancelar, animar y provocar con un daño enorme”. En este sentido, no dudó en afirmar que “no es la primera vez que se habla mal de un Papa, pero sí es la primera vez que se habla mal de un Papa descaradamente”.
“Nos tachan la etiqueta de herejes simplemente por simpatizar con Francisco, frente a desertores que tienen muchos medios económicos”, aseveró esta consagrada, que añadió que “el problema no es pensar diferente, sino ofender a quien piensa distinto”.
Para el redentorista Damián María Montes, influencer y con amplia presencia en medios de comunicación generalistas, “el problema viene cuando la cultura del encuentro que propone Francisco no es querida por todas las partes”. “Tenemos la tentación de pensar la vida en claves opuestas y nos olvidamos de adentrarnos en los matices que es donde nos encontramos la mayoría”, compartió. A la par, confesó que “me planteo mi presencia en los medios desde el Evangelio y no puedo hacer otra cosa que pensar y soñar caminos nuevos, aunque conlleva riesgos”.
Aun así, remarcó que “las personas que agradecen la presencia de la Iglesia y la valoran son infinitamente más que aquellos que fomentan el odio y el desencuentro”. Reforzó esta tesis Valladares: “Solo en este año, cuatro personas me han pedido bautizarse a través de las redes sociales, es decir, han dado el salto de lo digital a una vida cristiana real y presencial”.
“Las redes se han convertido en reflejo de la sociedad, que amplifica cuestiones y formas que vemos en el día a día, por eso a veces se convierten en un sitio donde volcar amarguras y malestar”, suscribió Auxi Rueda, delegada de medios de comunicación de la diócesis de Ávila. “A la vez, tenemos que estar en estos espacios, porque son lugares imprescindibles para los jóvenes y, por tanto, un espacio primordial para evangelizar”. Además, compartió que “si Francisco es capaz de sobreponerse tantas tensiones que recibe cada día, nosotros no deberíamos tener problemas para sobreponernos a las tensiones digitales diarias”.
La directora del semanario ‘Alfa y Omega’, Cristina Sánchez, justificó la polarización, no solo como un fenómeno generado por determinados poderes sociales, políticos, mediáticos o eclesiales: “Todos estamos necesitados de opinión y demandamos determinadas postura para alimentar nuestros deseos de tener razón”.
“Tampoco hay que olvidar que no solo hay difamación y gresca en las redes sociales, sino quer también hay una búsqueda constante de muchas personas redención, misericordia y trascendencia”, completó Sánchez.