Si bien, desde el 20 de mayo, ya se sabía que el cardenal Matteo Zuppi iba a ir “próximamente” a Kiev para, en nombre del papa Francisco, tratar de liderar una misión de paz que pudiera abrir alternativas de diálogo en plena guerra entre Rusia y Ucrania, hoy se ha confirmado que el arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana aterriza en la capital ucraniana este lunes 5, permaneciendo allí hasta mañana, día 6.
Así lo ha confirmado la Sala de Prensa de la Santa Sede en un comunicado difundido a las ocho. En él se destaca que “el objetivo principal de esta iniciativa es escuchar en profundidad a las autoridades ucranianas sobre las posibles vías para alcanzar una justa paz y apoyar gestos de humanidad que contribuyan a aliviar las tensiones”.
Aunque en el mensaje vaticano no se aclara este punto, tal y como el propio Francisco ha comentado en otras ocasiones (incluida su audiencia privada al presidente Zelenski), la representación eclesial podría buscar concretar la vuelta a Ucrania de miles de niños que, según Kiev, han sido llevados a la fuerza hasta Rusia a lo largo de estos 16 meses desde que se iniciara la invasión total del país decretada por Putin.
Días atrás, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, ya explicó que la misión de Zuppi no buscaba tanto una “mediación” política entre Kiev y Moscú, sino, más bien, “favorecer un ambiente que pueda conducir a caminos de paz”, siempre sin “excluir” a ningún posible interlocutor.
En los próximos días, a la vuelta de Zuppi a Roma, podremos comprobar las primeras reacciones en Ucrania y Rusia y si, efectivamente, se concreta o no un “clima” más tendente al entendimiento.