A pocos días de cumplirse un año del asesinato de los dos sacerdotes jesuitas que desempeñaban su ministerio en la diócesis mexicana de Tarahumara, en el estado de Chihuahua, esa Iglesia particular volvió a sufrir la violencia criminal.
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Y es que, según reportan algunos medios de comunicación locales, la noche de este lunes 5 de junio el crimen organizado protagonizó una balacera en el exterior de la parroquia de Santa Anita, que recibió cientos de impactos de bala.
Por el momento la diócesis de Tarahumara, a cargo del obispo Juan Manuel González, no se ha pronunciado respecto a lo ocurrido en dicha parroquia ubicada en el municipio de Guachochi; no obstante, las autoridades policiacas confirmaron que en el exterior de la iglesia fueron encontrados cientos de casquillos de fusil de asalto AK-47, así como una camioneta quemada, en cuyo interior había el cadáver de un hombre decapitado.
Fue en esa misma diócesis, pero en el poblado de Cerocahui -ubicado a unos 200 kilómetros- donde el lunes 20 de junio ocurrió el homicidio de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, al interior de la parroquia de San Francisco Javier.
El presunto responsable de ese asesinato fue el líder criminal José Noriel Portillo Gil, ‘El chueco’, quien fue encontrado muerto nueve meses después del homicidio.