Gustavo Gutiérrez, sacerdote y teólogo peruano, conocido como uno de los padres de la teología de la liberación, ha cumplido 95 años este 8 de junio. El cardenal Pedro Barreto, consultado por Vida Nueva, recordó un momento especial que vivió con él “en enero de este año”.
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“Fue durante una visita que le hice a Gustavo en enero de este año. Con él tenemos una amistad de muchos años. Siempre he admirado su fidelidad a la Iglesia y clara y definida identidad presbiteral. Nunca le escuché una crítica de los que no estaban de acuerdo con él”, aseguró.
Además ha dicho que conversaron sobre el papa Benedicto XVI – fallecido el 31 de diciembre de 2022– que “abrió el camino con su lucidez teológica al decir en el discurso inaugural en la V Conferencia Episcopal de América Latina y el Caribe en Aparecida – Brasil (13 de mayo de 2007)”.
Para el purpurado “la opción preferencial por los pobres está implícita en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza. Esta opción nace de nuestra fe en Jesucristo, el Dios hecho hombre, que se ha hecho nuestro hermano”.
También hablaron de la primavera de la Iglesia con el Papa Francisco que dijo al principio de su pontificado «cuánto quisiera una Iglesia pobre entre los pobres» y añadió que “en la foto le puse mi cruz pectoral como señal de gratitud por su vida entregada a la Iglesia desde el continente latinoamericano que ofreció y ofrece su aporte teológico en el proceso sinodal que vivimos con el primer Sumo Pontífice de tierras latinoamericanas”.
Sacerdote intelectual
Gustavo Gutiérrez Merino Díaz nació en Lima (Perú) el 8 de junio de 1928. Filósofo y teólogo, ordenado sacerdote en 1959 y dominico desde 2001. Es fundador del Instituto Bartolomé de las Casas.
Además estudió medicina y letras en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú) y desde entonces militaba en la Acción Católica, desde allí desarrolló sus primeros esbozos de reflexión teológica.
Fue catedrático en las universidades de Michigan, Cambridge, Montreal, Harvard, Comillas, Berkeley, Layon, Sao Paulo, Sophia (Tokio), entre otras. Sus propuestas teológicas, que son base de la teología de la liberación, le granjearon antipatías de sectores conservadores, que lo acusaban de promover el marxismo y alejamiento de la ortodoxia.
No obstante, el Vaticano en 2004 zanjó el asunto dando por concluido el camino de clarificación de algunos puntos ‘problemáticos’ de sus obras. De hecho, Benedicto XVI y Francisco lo han recibido en Roma.
Foto: Instituto Bartolomé de las Casas
