“Buenos días a todos. Gracias por venir. Ya podemos contar el secreto a voces. Me presento ante vosotros y ante la diócesis, primero con cierto vértigo y, también con responsabilidad ante Dios, a la Iglesia, al santo Padre que me confía este servicio y a esta diócesis de Madrid. Con estas palabras se presentaba hoy en rueda de prensa el nuevo arzobispo de Madrid, José Cobo Cano, después de que la Santa Sede hiciera oficial su nombramiento. La toma de posesión tendrá lugar el 8 de julio, mientras la misa de acción de gracias por el pontificado de Osoro se celebrará el 24 de junio.
Justo después, el nuevo pastor de la archidiócesis más importante de España expuso que “uno conoce Madrid y el vértigo nos pone al límite”. “Soy pequeño, no solo de estaturas, sino que tengo otras muchas pobrezas, pero confío en que no estoy solo”, expuso el prelado, convencido de que “el mismo Espíritu que ha guiado al Santo Padre para hacer esta propuesta es el que pido que me guíe”. Cuando se enteró de su nombramiento, el primer pensamiento fue “salir corriendo”. A partir de ahí, “hice un proceso de acogida y discernimiento, para rezarlo y ponerlo delante de Dios”.
En su turno de palabra, el cardenal Carlos Osoro se deshizo en elogios con su sucesor: “Yo he podido contar con él como colaborador, hemos compartido la vida juntos y ha sido una delicia”. Así, subrayó que “esta diócesis que le vio nacer y le vio crecer”. “Hemos pasado felizmente hasta una pandemia juntos con lo que implica”, apostilló el propio Cobo que subrayó cómo “Don Carlos ha sido maestro, no teórico, sino con el que he compartido mesa y he aprendido a ser pastor con mirada y corazón de pastor”.
Sobre el futuro más inmediato, Cobo explicó que toma “el tren del Concilio” con la mirada puesta “en el tren de Evangelii Gaudium del Papa Francisco”. “Madrid es una encrucijada, pero es un lujo”, insistió. “Me siento como los novios antes de la boda, con vértigo por la inmensidad de lo que significa el matrimonio, pero cuando se está enamorado estas cosas se hacen más fáciles”, relató.
Mirada a los pobres
“Empecé trabajando en Usera y hoy la Iglesia está llamada a estará pie de la cruz”, expuso sobre su labor en materia de pastoral social. “La mirada de los más pobres siempre me ha despertado y como a cualquier cristiano me marca la fe”, añadió.
Ante preguntas de los periodistas sobre su juventud, Cobo Cano bromeó sobre el hecho de ser “considerado joven con 57 años”. A partir de ahí, compartió que la nueva generación de obispos que encarna puede “reubicar la Iglesia dentro de nuestro mundo con nuevos lenguajes, pero sin perder el parámetro de lo ya andado y de las líneas generales”.