El cuidado de la casa común no está reñido con la protección del arte. Con esta afirmación no estarían de acuerdo los tres activistas del movimiento ecologista Ultima Generazione condenados tras ‘pegarse’ en señal de protesta a la estatua del Laocoonte, una de las más codiciadas en los Museos Vaticanos. El tribunal ha cuantificado la restitución debida al Estado de la Ciudad del Vaticano en 28.148 euros tras pegarse en la base de la escultura.
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Aprovecharse del Papa
Guido Viero y Ester Goffi también han sido condenados a pagar una multa de 1.620 euros cada uno. Por su parte a Laura Zorzini, la activista que los grababa, se le ha impuesto una multa de 120 euros. Cantidades nada desdeñables para el grupo ecologista que se quejó del precio de los abogados capacitados para ejercer en el Vaticano. El asumir el coste total de la restitución les libra de una posible pena de cárcel de 9 meses.
En su alegato final, el abogado del Estado de la Ciudad del Vaticano acusó a los activistas del cambio climático de aprovecharse de la preocupación del papa Francisco por la situación medioambiental para causar un daño “inestimable” a una pieza de mucho valor. La abogada defensora, Floriana Gigli, insistió en que los ecologistas pegaron sus manos a la base, no a la estatua en sí, algo por lo que no han mostrado arrepentimiento. Los peritos señalaron que los daños en el mármol son permanentes. Como en la primera audiencia, ninguno de los acusados se presentó en el Vaticano este lunes, 12 de junio.
