Los obispos manifestaron su preocupación por las carencias y emergencias que viven sus pobladores
“Como pastores del norte de la provincia de Salta nos preocupa la situación social y política que estamos viviendo y particularmente, el abandono y olvido de nuestro norte”. De este modo se expresaban los obispos de la diócesis de San Ramón de la Nueva Orán, Luis Scozzina ofm, y su auxiliar, Claudio Castricone.
Recordaron el mensaje brindado por los obispos de la Conferencia Episcopal Argentina, en la Asamblea Plenaria, a 40 años de la recuperación de la democracia: “día tras día vemos un pueblo que sufre. Pesa el agobio del desencanto, las promesas incumplidas, los sueños rotos… Angustia sentir que es cada vez más difícil poner el pan en la mesa, cuidar la salud, imaginar un futuro para los jóvenes. Se suman el miedo a salir a la calle, la violencia y la agresión generalizada. Se hace sentir cada vez más la pérdida de los valores que sostenían la vida familiar y social” (CEA, abril 2023).
En comunión con el mensaje de la arquidiócesis salteña, manifestaron su solidaridad con los que sufren. Reclamaron que el norte de la provincia debe dejar de estar en espera y pausa y transformarse en “respuesta coherente a las necesidades básicas insatisfechas: agua, salud, trabajo digno, tierra, vivienda, salario justo, educación, entre otras”. Aclararon que actualmente la zona se encuentra bajo una emergencia socio-sanitaria que se viene prorrogando sistemáticamente desde el 2021, con índices preocupantes y carencias de larga data.
Estimaron que con el diálogo y la escucha de las necesidades se trata de reconocer y valorar al otro “como otro”, con su sensibilidad, sus opciones, su modo de vida y de trabajo; asumir la diversidad cultural y étnica de nuestro territorio. De otro modo, “lo que resulte será, como siempre, «un proyecto de unos pocos para unos pocos», cuando no «un consenso de escritorio o una efímera paz para una minoría feliz”, en palabras del papa Francisco, en Querida Amazonia, 27.
Los obispos de Orán consideraron que los dirigentes políticos y sociales están urgidos a recorrer el camino del reencuentro y del diálogo político para proyectar una acción de gobierno participativa e integradora de todos los actores, que atienda las urgencias y reclamos de los más olvidados y vulnerables. Sin embargo, el Evangelio pide más, amar a nuestros enemigos (Mt 5, 44), por lo que no se puede contentar con un diálogo superficial. “Estamos llamados a vivir el encuentro político como un encuentro fraterno, especialmente con los que están menos de acuerdo con nosotros; y esto significa ver en aquel con quien dialogamos un verdadero hermano, un hijo amado de Dios”, aseveraron.
Agregaron que el arte del encuentro comienza con un cambio de mirada sobre el otro, un acoger y respetar a la persona incondicionalmente. “Si tal cambio de corazón no ocurre, la política corre el riesgo de convertirse en una confrontación a menudo violenta para hacer triunfar las propias ideas, en una búsqueda de intereses particulares más que del bien común, contra el principio de que «la unidad prevalece sobre el conflicto» (Papa Francisco, Audiencia 16/05/22)”.
Ante una ley, titulada “Ley de convivencia y conciliación ciudadana”, llamativamente aprobada rápidamente sin tratamiento en comisiones, los obispos indicaron que no se puede intentar silenciar las distintas instancias de representación y participación en la vida democrática. Además, reconocieron la escasa representación de los sectores que deberían levantar su voz.
Pidieron recuperar el valor del pacto elector-elegido en todos los ámbitos, para generar un legítimo sistema de gobierno en donde se respeten todas las opiniones y donde la validación de las políticas públicas genere un impacto en la realidad. “Necesitamos actitudes nuevas que garanticen los procedimientos participativos…”. Además pidieron que se escuche a todos los sectores afectados e implicados y que quienes reclaman por sus derechos encuentren en los referentes mediadores que ofrezcan soluciones.
“Nos preocupa la baja calidad democrática vivida en el reciente proceso de las últimas elecciones provinciales”. Se repiten en muchos municipios y localidades prácticas electorales clientelistas y alejada de toda ética ciudadana, y algunas graves irregularidades en el funcionamiento del sistema electrónico de votación. “Escuchar al pueblo es permitir su libre expresión ciudadana alejada de toda manipulación o cooptación de su voluntad soberana”, ratificaron.
Pidieron a Dios conceda la sabiduría del diálogo y el compromiso con la justicia largamente esperada para que sea posible la paz social y el reconocimiento de los derechos humanos. Finalmente, los obispos del norte salteño expresaron: “Que los Mártires del Zenta, que nos testimoniaron con su sangre el amor y el reconocimiento de las comunidades originarias, nos alienten en el camino de la paz y la justicia“.