Pistoletazo de salida para el Congreso ‘La Iglesia en la Educación. Presencia y Compromiso’, promovido por la Comisión para la Educación y la Cultura de la Conferencia Episcopal Española y que se celebrará en su sesión final el 24 de febrero de 2024 en la Fundación Pablo VI y en el Palacio de Congresos de Madrid. Se prevé que en esta jornada lleguen a participar hasta 1.800 personas.
“Queremos responder a la propuesta del Papa de promover un Pacto Educativo Global, saber quiénes somos y en qué estamos trabajando en la Iglesia, así como buscar vías para ser más imaginativos y que nuestra presencia educativa sea más provechosa”, expuso Alfonso Carrasco Rouco, presidente de la Comisión Episcopal y obispo de Lugo, en un desayuno informativo celebrado esta mañana en Madrid.
“Queremos responder a una urgencia que es de todos, porque para que pueda haber un pacto educativo, todos tienen que participar, desde los niños a los últimos educadores”, añadió el prelado. A la par, aclaró que el Congreso “no responde a la caída de alumnos en la clase de religión”. De la misma manera, planteó que “no buscamos plantear una alternativa de programa educativo a las administraciones autonómicas o al Gobierno”. Eso sí, en paralelo apuntó que “aquellos protagonistas de la vida política y que tienen raíces cristianas son necesarios en esta reflexión y habrá que darles espacios en los distintos ámbitos”.
Preguntado por la identificación del Pacto Educativo Global con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 y su presencia en el Congreso, Carrasco Rouco aclaró que “la Agenda 2030 forma parte de nuestra vida social, es un hecho de que nuestro Estado lo ha introducido”. “Muchas de sus afirmaciones nos son comunes como cuidar la naturaleza o evitar desigualdades. Nuestra posición es decir que los grandes objetivos son grandes compatibles y no vemos contradicción, eso no significa que no haya diversos modos de entenderlos en tanto que el cristianismo implica una antropología determinada con respecto a la naturaleza o al hombre”, detalló el obispo de Lugo.
En esta puesta de largo, la directora de la Comisión para la Educación y la Cultura, Raquel Pérez Sanjuan, presentó la web informativa (‘Haciaelcongreso2024.educacionyculturacee.es’) de este espacio de reflexión que busca ser herramienta de trabajo a lo largo de estos próximos meses. “La experiencia de elaboración de currículo de la asignatura de Religión nos ha llevado a repetir y amplificar la participación de todos los agentes, de aumentar y promover la escucha entre todos los agentes educativos”, subrayó Pérez Sanjuan.
Y es que, la jornada final del Congreso de febrero se busca que sea el final de un proceso participativo a través de foros temáticos en los que se invita a que colaboren a toda la comunidad educativa eclesial. O lo que es lo mismo, no será simplemente una cita para colegios católicos o para familias. “Nos mueve el interés de fondo de colaborar todos juntos, de que participen todos los protagonistas en la educación desde la pluralidad, converger toda esta riqueza de las experiencias”, compartió Carrasco Rouco.
Para ello, se han generado hasta nueve grupos de trabajo que se reunirán el próximo mes de octubre y que van desde los colegios cristianos a los profesores de la asignatura de Religión, pasando por los docentes católicos que trabajan en la red pública, centros de educación especial y formación profesional, universidades católicas, colegios mayores, residencias universitarias, educación no formal, familias…
Al desayuno asistieron, entre otros, Pedro Huerta, presidente de Escuelas Católicas; Alfonso Aguiló Pastrana, presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE); Begoña Ladrón de Guevara, presidenta de la Confederación de Padres de Alumnos (COFAPA); y Carlos Esteban, director del Área de Ciencias de la Religión en el Centro Universitario La Salle.