Luis Arce enviaba una carta a Francisco hace unas semanas, tras salir a la luz los casos perpetrados por el jesuita español Alfonso Pedrajas
El pasado mes de mayo, el periódico El País revelaba toda una serie de abusos sexuales a menores cometidos por religiosos en Bolivia. Este jueves, el presidente del país, Luis Arce, ha hecho pública la carta que ha recibido del papa Francisco, fechada el pasado 31 de mayo, en la que expresa su “vergüenza y consternación” por lo ocurrido, así como su deseo de trabajar con el gobierno para aclarar lo sucedido.
“He leído su carta, y le agradezco la claridad y deferencia con que me comparte la preocupación, indignación y repudio, suyos y de los ciudadanos de esa querida Nación, a causa de los deplorables hechos que han afectado, y siguen afectando, a personas abusadas sexualmente por miembros de la Iglesia”, escribe Francisco, haciendo referencia a una misiva enviada por Arce en la que le comunicaba el dolor del país ante estas revelaciones.
Así, Francisco continúa expresando su “dolor” y “sentimientos de vergüenza y consternación”. “Pensando en las acciones nefastas de esos sacerdotes, y también en la negligencia de quienes tendrían que haber vigilado, me siento conmovido e impresionado porque los ministros de la Iglesia deben ser ‘custodios’ y garantes del bien y del futuro de las jóvenes generaciones, y destacarse por propagar las actitudes y sentimientos que han caracterizado la presencia de Jesús entre los hombres”, subraya.
En este sentido, el Papa señala que “esta problemática sigue siendo uno de los desafíos más grandes para la Iglesia de nuestro tiempo”, y, por ello, manifiesta al presidente su “firme deseo de responder con la promesa de la total disponibilidad de la Iglesia para trabajar junto con el Gobierno de su país”.
La Procuraduría General del Estado de Bolivia anunciaba el 2 de mayo que se investigaría el “gravísimo hecho” vinculado al misionero jesuita español Alfonso Pedrajas Moreno, fallecido en 2009 y acusado de haber abusado de al menos 85 niños y adolescentes.
Según desvelaba entonces el periódico, el jesuita habría relatado algunos de estas agresiones en un diario personal en el que llega a calificar los abusos de “metidas de pata”. Fue un sobrino del religioso el que descubrió el diario, lo puso en conocimiento en 2002 a la Compañía de Jesús y posteriormente se lo entregó a la Fiscalía española, que desestimó el caso por haber prescrito.
Pedrajas Moreno, conocido como “Pica”, estuvo al frente del colegio Juan XXIII, en la ciudad de Cochabamba, en los años 70. Además, también trabajó en otros centro como San Calixto, Nacional Ayacucho y en la Correccional de Menores, en La Paz. Sin embargo, en El País apuntan que el primer abuso lo habría cometido previamente en Lima. En el reportaje de investigación del periódico también se sostiene que, al menos siete superiores provinciales, habrían tenido conocimiento de las agresiones del sacerdote.
Tras salir a la luz el caso de Pedrajas, las fiscalías departamentales bolivianas recibieron otras 12 denuncias, según revelaba esta semana la Conferencia Episcopal del país. Entre los denunciados figuran, además de Pedrajas, los sacerdotes españoles Luis María Roma, Alejandro Mestre y Antonio Gausset (el padre Tuco), todos fallecidos.