Trabajaban con la comunidad triqui del estado de Oaxaca y viajarían a Huajuapan de León para participar en una procesión
Gertrudis y Gliserina se habían quedado de ver con un grupo de jóvenes en su parroquia San Juan Bautista para participar juntos en los festejos del obispo por sus 25 años de ordenación sacerdotal, pero nunca llegaron, pues fueron emboscadas y asesinadas por un grupo armado.
Lo anterior ocurrió la tarde del jueves 15 de junio en la diócesis de Huajuapan de León, estado de Oaxaca, cuando las catequistas de la parroquia San Juan Bautista, en el poblado de Copala, se dirigían a este templo para encontrarse con otros jóvenes y viajar juntos a la catedral a fin de participar en una serie de actividades en honor al obispo Miguel Ángel Castro Muñoz.
Según la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, las jovencitas iban a bordo de una camioneta de esa institución “que resguardaba su traslado”, cuando fueron emboscadas en el paraje Cruz Chiquita, perteneciente a Yosoyuxi, Copala, Santiago Juxtlahuaca.
Aunque en el comunicado de las autoridades no explican por qué las catequistas iban resguardadas, algunos medios de comunicación manejan que esto es normal en la zona por la presencia de grupos paramilitares.
Las balas impactaron tanto a Gertrudis como a Gliserina, ambas de apellidos Cruz. La primera murió minutos más tarde, camino al hospital, y Gliserina falleció este viernes en el hospital.
Hace unas semanas, en el estado mexicano de Chihuahua, un enfrentamiento entre bandas criminales, dejó una iglesia perforada por las balas en su interior y exterior, así como una camioneta calcinada con un hombre decapitado en su interior.
Estos hechos ocurren a unos días de cumplirse un año del asesinato de dos sacerdotes jesuitas en la Sierra Tarahumara (el 20 de junio) y a unos días de que en México se lleve a cabo la jornada de oración por la paz, convocada por el Episcopado Mexicano, la Compañía de Jesús y la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México.