Aunque ninguna parte ha confirmado nada, se presupone que la situación de los presos políticos ha estado sobre la mesa en su encuentro, de 40 minutos, hoy en el Vaticano
Tras anunciarse días atrás, en la mañana de este martes 20 de junio se ha producido el esperado encuentro entre el papa Francisco y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Tal y como acaba de detallar en un breve comunicado la Sala de Prensa de la Santa Sede, la audiencia se ha celebrado en el Aula Pablo VI.
A continuación, el dirigente cubano también ha tenido un encuentro con el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, al que ha acompañado Daniel Pacho, subsecretario para el Sector Multilateral de la Sección para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales.
Como detalla el mensaje de la Santa Sede, “durante las conversaciones con la Secretaría de Estado, se habló de la importancia de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Cuba, evocando la histórica visita de san Juan Pablo II en 1998, de la que se cumple el 25º aniversario”.
Después, Parolin y Díaz-Canel “se detuvieron en la situación del país y en la contribución que ofrece la Iglesia, especialmente en el ámbito de la caridad”. Además, “se tocaron algunos temas internacionales de interés mutuo y se subrayó la importancia de mantener el compromiso de promover siempre el bien común”.
Según EFE, el encuentro entre el Papa y el presidente cubano, que ha sido el primero entre ambos en el Vaticano siendo él el máximo dirigente de su país (estuvo en el inicio de pontificado de Francisco, en 2013, en nombre de Raúl Castro), ha durado 40 minutos. Al final, Bergoglio le ha regalado una escultura de bronce con una paloma de la paz y distintos textos suyos, como el ‘Mensaje para la Paz’ de este año o el ‘Documento sobre la Fraternidad Humana’. El mandatario caribeño le ha correspondido con una escultura en plata, bronce y madera, titulada ‘El Lector’, y dos libros de poetas cubanos.
Aunque no se ha confirmado de un modo oficial, se presupone que uno de los temas abordados es petición eclesial de liberación de los presos políticos que siguen encarcelados desde que, hace dos años, un número significativo de ciudadanos (en buena parte jóvenes) salió a la calle para demandar derechos humanos básicos. Algo inaudito en décadas de régimen comunista.
En febrero, el cardenal Beniamino Stella transmitió al propio Díaz-Canel esta petición por los presos políticos, así como una llamada global al diálogo social. Lo hizo, secundando la petición de sus obispos, en su visita a la Isla, que recorrió durante varios días para celebrar el 25º aniversario de la visita de Juan Pablo II a la Isla. En ella tuvo un papel clave el propio Stella, entonces nuncio en Cuba.
Falta por ver si estos intentos de mediación papal dan sus frutos y el régimen castrista da ciertas muestras de apertura, como ya ocurriera cuando Fidel Castro visitara el Vaticano en 1996 o, en 2015, lo hiciera su hermano Raúl.
Lo mismo sucedió cuando fueron los papas los que pisaron la Isla. Así, además de Wojtyla en 1998, estuvieron Benedicto XVI en 2012 y Francisco en 2015. Apenas unos meses después, en 2016, Bergoglio aprovechó una escala técnica en La Habana para reunirse con Kirill, patriarca ortodoxo de Moscú. Un encuentro que, hoy por hoy, es mucho más difícil que se repita.