El periodista catalán publica ‘Los portavoces de Dios’ (Fragmenta), que analiza las Sagradas Escrituras desde la óptica de la comunicación
Para el periodista Antoni Batista, “la Iglesia tiene un mensaje que no caduca, pero la forma de comunicarlo sí caduca”. Así lo expuso esta mañana en un desayuno informativo en Madrid para presentar su obra ‘Los portavoces de Dios’ (Fragmenta). El doctor en Ciencias de la Comunicación por la UAB, músico y profesor universitario decidió adentrarse en el análisis de la Biblia con la mirada del periodismo y del marketing al descubrir que “hasta la fecha no se había escrito nada al respecto”.
“No es un libro teológico, sino una obra de un comunicador sobre un hecho teológico, aunque mis amigos teólogos insisten en que también es teología”, aclara Batista, que se adentra tanto en el origen de las palabras utilizadas en las Sagradas Escrituras, pero también en la gramática y en la sintaxis.
Casado por Juan Mari Uriarte y organista durante 25 años, conoce desde dentro la realidad eclesial. Desde ahí, plantea la necesidad de “hacer una fe más inteligible sin transgredir la fe”. “¿Por qué complicamos la vida de las personas con mensajes que les hacen alejarse de las creencias?”, se pregunta el autor. “Tenemos que intentar que el cristianismo sea útil a toda persona que tenga una inquietud interior. La Iglesia no puede atraer a la gente con discursos obsoletos”, comenta.
¿Es Jesús el mejor comunicador de la Historia? “No sé si es el mejor, pero sí él que ha hecho llegar su mensaje a las audiencias más mayoritarias. Es el comunicador con más ‘share’ de la historia. La Biblia sigue siendo el libro más leído y traducido”, expone Batista. Así, pone en valor la inteligencia y la empatía de Jesus: “No escribió una sola línea, pero hablaba con la conciencia de que iba a ser mediado, teniendo en cuenta tanto el público que le escuchaba en el presente como aquellos que le seguirían”. “Esto pasa hoy. Cuando un político da un mitin, sabe que su auditorio minoritario es el que le escucha en un salón de actos, que el importante es el que le sigue por televisión”, explica el experto en comunicación.
Desde su mirada periodística, recomienda a los sacerdotes que en sus homilías “den mensajes con vida que lleguen a los corazones de los feligreses” para convertirse también en “portavoces de Dios”. “No deben repetir lo que se acaba de leer en el Evangelio ni caer en paternalismos”, apunta, de la misma manera que critica que se “banalice lo sagrado a través de bromitas”. “Los sacerdotes no comunican bien porque no se les enseña a comunicar”.
El editor de la obra, Ignasi Moreta, destacó que este libro encaja perfectamente con la propuesta de la editorial de abordar “la religión se trata de la empatía, la ciencia, el conocimiento, la teología y crítica, por encima de caricaturas y deformaciones”. De Batista, destacó su perfil profesional como periodista y su capacidad para analizar el hecho religioso y el Evangelio “desde la semiótica y la teoría de la comunicación”.