Durante la jornada se vivieron hechos de violencia entre la policía y los manifestantes que protestaban ante la reforma de la Constitución de la provincia de Jujuy. El resultado de estos enfrentamientos fueron más de 70 heridos y más de 30 detenidos.
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Por tal motivo, los obispos de Jujuy y de la Prelatura de Humahuaca, Daniel Fernández y Félix Paredes Cruz, respectivamente, se expresaron su preocupación y el llamado a la conciliación y al diálogo.
El bien del pueblo jujeño
Fernández aludió a esta “jornada triste y para olvidar”, y recordó que desde hace unos días venían pidiendo escucharse para lograr mayores consensos. Ahora, reiteró este llamado: “Quizá habría que haber empleado más tiempo en el arte de dialogar y no haber llegado a la situación que se generó hoy”, indicó.
Comentó también que les parece conveniente deponer toda actitud intransigente. Cree que no se puede vivir enfrentados, sino más bien estar unidos en lo único que interesa que es el bien del pueblo jujeño. Rechazó todo tipo de violencia porque lleva a un punto de no retorno, del que es muy difícil volver.
El obispo jujeño expresó que habrá que examinar detenidamente el por qué se ha llegado a esta situación para “ponerle pronto un remedio y recomenzar desde bases sólidas y desde consensos compartidos“. Pidió que cada uno haga un aporte con grandeza y generosidad.
Búsqueda de soluciones
Por su parte, el prelado de Humahuaca Paredes Cruz, sostuvo que a través de la pastoral aborigen y la pastoral social vienen acompañan los reclamos de los distintos sectores, especialmente los de las comunidades originarias de esta región.
Manifestó también que la Prelatura y sus áreas pastorales han propuesto y expresado la importancia del diálogo como herramienta para buscar posibles soluciones a los reclamos y problemas. Pidieron, asimismo, “no recurrir a la confrontación y la violencia, recursos y conductas que nunca llevan a buen término cuando se está buscando soluciones a un conflicto”.
Paredes Cruz, ante estos hechos de violencia de la provincia, convocó a todos los sectores, a los gobernantes, dirigentes políticos y sociales, “a apostar por la inmediata pacificación social y convocarse al diálogo”, donde no primen los intereses sectoriales, sino el establecimiento de la convivencia y la paz social, un bien y un derecho de todos los ciudadanos.
El prelado aseguró que la Iglesia continuará con los principios evangélicos, a favor de la paz y la justicia, y de la cultura del encuentro. “Rechazamos toda confrontación y violencia, todo atropello a la libertad y la dignidad de las personas”, aseveró.
Finalmente, el titular de Humahuaca, pidió apostar por el diálogo como principio de solución a todo problema o conflicto. “Apelamos no sólo a nuestros gobernantes y dirigentes políticos y sociales, sino a todo el pueblo jujeño, a aportar nuestro “granito de arena” al bien de la pacificación en nuestra provincia”.
