“El bien común debe ser la ‘brújula’ de la acción social”, ha escrito el Papa en su mensaje a los participantes en la 96ª Asamblea Plenaria del Encuentro de las Organizaciones de Ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO)
“Estoy todavía bajo los efectos de la anestesia y la respiración no es buena”. Así se ha disculpado el papa Francisco ante la 96ª Asamblea Plenaria del Encuentro de las Organizaciones de Ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO), a quienes ha recibido esta mañana, pero no les ha leído el discurso preparado.
Según informa el diario italiano ‘La Reppublica’, Jorge Mario Bergoglio ha improvisado sus palabras tras pedir al prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, Claudio Gugerotti, que entregase a los presentes el texto escrito. Aunque la recuperación del Pontífice tras ser operado de una hernia abdominal va según lo previsto, los médicos han aconsejado al Papa que se tome con calma el postoperatorio.
En el texto compartido, Bergoglio ha señalado que “la solidaridad es a menudo la única respuesta concreta a la injusticia y al dolor que oprimen a tantos seres humanos”. Por eso, ha agradecido a los miembros de la Roaco por dedicarse a “una solidaridad proactiva que ayuda a curar heridas y es como una caricia en el rostro de los que sufren. Una caricia que devuelve la esperanza en la confusión de los conflictos”.
Por otro lado, ha puesto en valor que la Roaca haya puesto “en el centro las expectativas de los jóvenes de las Iglesias orientales”. “Es una sabia elección: escuchar juntos, de su boca, los deseos que llevan en el corazón. Los jóvenes quieren ser protagonistas del bien común, que debe ser la ‘brújula’ de la acción social”.
“Queridos jóvenes aquí presentes, vivís en tierras donde restaurar el bien común es una condición esencial para la supervivencia. Sed centinelas de la paz para todos, profetas que sueñan y anuncian un mundo distinto y ya no dividido”, ha completado.