La Pastoral Penitenciaria de la arquidiócesis de Tegucigalpa se pronunció en torno a la muerte de 41 mujeres a causa de una pelea e incendio en el Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas), ubicado en el municipio de Támara, cerca de la ciudad capital. Los hechos ocurrieron el pasado martes 20 de junio.
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A través de un comunicado, la Iglesia en Honduras expresó su cercanía y solidaridad con las familias de las mujeres fallecidas y heridas, y pidió a las autoridades “esclarecer este cruel suceso”, que, de acuerdo con medios de comunicación locales, se originó después de que se dieran a conocer nuevas reglas en el centro penitenciario.
La Pastoral Penitenciaria manifestó su consternación e indignación, así como su dolor por el acontecimiento.
“Estamos preocupados por la salud de las hermanas privadas de su libertad que están en los hospitales; esperamos que pronto puedan recuperar su salud y que no haya secuelas en las heridas propiciadas por la violencia producida que se vive en este centro penal“.
Que se vele por la dignidad humana
La Pastoral Penitenciaria tambíen se unió al clamor de las familias que en estos momentos exigen respuestas a “tantas dudas que se ciernen sobre el acontecimiento, el abuso de poder y el autogobierno dentro de los centros penitenciarios“.
Asimismo, cuestionó el ingreso de armas de fuego en la cárcel, pese a “todos los controles y todo tipo de revisión que se genera para el ingreso a estos centros penales”.
La Iglesia pidió a las autoridades reforzar la seguridad: “que funcione de manera efectiva y oportuna, respetando los derechos de los privados de libertad y que se vele por la dignidad humana”.
La Pastoral Penitenciaria rogó a Dios para que “pronto se encuentre una solución para que las mujeres privadas de libertad puedan cumplir sus condenas en paz y buscando su rehabilitación”.