“Soy Edna Rodrigues, tengo 17 años, soy portuguesa. Usted me agrada mucho y siempre he tenido el sueño de conocerlo. Por motivos de salud no me será posible acompañarlo físicamente en la Jornada Mundial de la Juventud”. Con una carta de su puño y letra, Edna escribía al Papa hace unos días. Y lo hacía sin más pretensión que el hecho de que “sepa lo mucho que significa para mí y lo importante que es para mi familia”.
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Es el último recurso, el último sueño de una joven que sabe que no podrá encontrarse con Francisco, ya que, como ella misma le ha explicado, “el médico me dijo que no sabe cuándo partiré rumbo a Jesús, pero que será dentro de poco”.
“Cuando supe que la Jornada se realizarían en Portugal me puse muy contenta, porque cada vez que veo hablar al Papa por televisión me siento bien, como si no tuviera ninguna enfermedad que me impidiera asistir a la JMJ”, explica Edna. Pero ahora que sabe que no podrá hacerlo, lo único que pide es “que rece por mí y por mi familia”. Y así lo ha hecho Francisco, quien, en un vídeo, le ha dedicado unas palabras de agradecimiento.
“Edna, recibí tu carta, ¡gracias! Gracias por tu ternura y gracias por la paz que tienes en el corazón”, dice Francisco en su mensaje, conmovido por la paz de las palabras de la joven. “Esa paz es como una semilla que se siembra en el corazón de todos los que te vemos y de todos los que hablan contigo. ¡Gracias!”.
“Te acompaño en este viaje que estás haciendo. Te acompaño y sé que vas a ser bien recibida. Te acompaño rezando por ti, rezando contigo, y mirando a Jesús, que siempre nos espera. ¡Gracias!”, añade el Papa.
Palabras a los voluntarios
En esta cuenta atrás hacia la JMJ de Lisboa, Francisco ha dedicado varios vídeos a los jóvenes y a aquellos que trabajan por hacer posible el encuentro. Hoy, además, ha dedicado unas palabras a los voluntarios: “Sé que ustedes están trabajando mucho para el encuentro final de la juventud. Ustedes, chicos y chicas, todos juntos están trabajando para esto. Quiero dar las gracias. Gracias sobre todo por la generosidad”.
“No pierdan nunca la ilusión en la vida, porque la ilusión es la que te tira adelante. No la pierdas nunca. Si no, van a ser muy aburridos. La ilusión es la que le da la alegría”, concluye el Papa.
