El purpurado se encuentra en el país impartiendo una serie de conferencias para sacerdotes y agentes de pastoral
“Espiritualmente el hombre está en bancarrota”. Así lo dijo el cardenal Robert Sarah al dictar la conferencia ‘Testigos de la verdad en un mundo en crisis’, en la Universidad La Salle de la Ciudad de México.
La conferencia forma parte de varios eventos, principalmente privados, que tendrá en el país el prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, entre ellos una misa en la Basílica de Guadalupe.
Sarah explicó que esta crisis espiritual se debe a que muchas personas se han olvidado de Dios, concentrándose en los placeres fugaces y de un bienestar humano esencialmente material y terreno. “Esta comprensión de sí mismos es vacía. Espiritualmente está en bancarrota”.
El cardenal Robert Sarah consideró que hoy la creación está en guerra contra ese hombre que pretende curar la ecología y la defensa del ambiente, pero al mismo tiempo promueve el aborto, la eutanasia y la homosexualidad; contra ese hombre que pretende luchar contra las mutilaciones genitales, pero al mismo tiempo promueve el cambio de sexo con mutilaciones más dañinas; contra ese hombre que lucha por proteger la naturaleza, pero al mismo tiempo destruye el matrimonio, la vida, y rechaza aceptarse en su propia identidad de hombre o de mujer.
Al referirse al aborto, cuestionó: “¿De verdad creemos que matar a un niño inocente es una cosa buena?” Y es que -dijo- “queremos aumentar al hombre, hacer del hombre una máquina, un súper hombre, quizás engañándonos con llegar a ser inmortales, invencibles, súper inteligentes, súper potentes, de hacer del hombre un Dios“.
Tras señalar que el hombre moderno ha iniciado una terrible guerra contra Dios y contra el propio hombre: una guerra satánica, el cardenal Sarah aseguró que parte de la vida cristiana es librar esta batalla espiritual contra el mal.
“Ante el vacío espiritual bajo el velo de tanta prosperidad material y de la decadencia moral y cultural, nos sentimos obligados a retirarnos del mundo para estar lejos de sus ídolos, de sus ideologías anticristianas y destructivas del hombre”.
“Nos retiramos del mundo y de sus ilusiones no por desprecio de la creación y de nuestras sociedades, sino para buscar la verdad de Dios y del hombre”.
El cardenal de origen africano hizo un llamado a ir al “desierto” para volver a aprender las bases, es decir el monoteísmo, “lejos de toda distracción, aprendemos a descubrirnos a nosotros mismos y a Dios, nuestra dependencia de él, la realidad pesada de nuestro pecado y nuestra necesidad de su gracia y de su misericordia”.
El cardenal Robert Sarah aprovechó para hablar de su libro: ‘El Catecismo de la Vida Espiritual’, el cual -dijo- quiere profundizar y ayudar a vivir más íntimamente los signos e instrumentos de nuestra salvación que son los sacramentos, a considerar con atención y estupor el prestigioso misterio de la Cruz, a descubrir la belleza y la sacralidad de la liturgia, la centralidad de la Palabra de Dios y de la oración en la vida de un cristiano, a ir al desierto o a crearse un desierto interior donde encontrar a Dios, a descubrir la grandeza del hombre cuando humildemente se arrodilla delante de Dios para adorarlo“.