En octubre de 2019, el Capítulo General de los hermanos de Saint-Jean decidió constituir una comisión interdisciplinar “encargada de establecer los vínculos entre el importante número de abusos sexuales” cometidos por miembros de la comunidad y la historia personal y familiar de Marie-Dominique Philippe, su fundador, cuyo hermano, Thomas Philippe, también se encuentra incluido en la trama.
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Tal como narra Céline Hoyeau en La Croix, el informe ‘Comprensión y Sanación’ es un estudio histórico, teológico y psicológico de los excesos de la comunidad en los últimos treinta y cinco años. En él se revela que 72 hermanos de la congregación cometieron abusos desde 1975 hasta 2022. Se han identificado 167 víctimas, incluidas 30 monjas, 69 laicas, 29 menores de edad y 15 niños.
Culpable él mismo de agresiones sexuales a mujeres jóvenes y monjas, Marie-Dominique Philippe desarrolló una teología con el único objetivo, entienden ahora los investigadores, de “justificar las relaciones íntimas y los abusos”. De hecho, los hermanos Philippe ejercieron una gran influencia en la Iglesia francesa de finales del siglo XX a través de sus escritos, los cursos y las conferencias que impartieron, así como los retiros que predicaron y el acompañamiento espiritual que brindaron.
Así se fue tejiendo una verdadera “telaraña” de abusos en la que, si no había una verdadera “organización”, los abusadores a menudo procedieron de la misma manera: la relación personal de acompañamiento espiritual o la confesión aparecen como el marco privilegiado de los abusos. Tantas situaciones constituyen “un haz de servidumbres a su paso”, tal como analiza el informe.
Trabajo teológico
Por su parte, tras la publicación del informe de la comunidad de hermanos de Saint-Jean sobre el sistema de abuso establecido por su fundador, la Conferencia de Obispos de Francia y la Conferencia de Religiosos y Religiosas anunciaban este martes, 27 de junio, “fomentar el trabajo de investigación” histórico con el objetivo de arrojar luz sobre las influencias de los Padres Thomas y Marie-Dominique Philippe en muchos círculos.
Asimismo, el prior general de los Hermanos de Saint-Jean, François-Xavier Cazali, asegura que el enfoque de a la hora de elaborar el informe –trabajo realizado de forma externa– ha sido “ante todo la sanación de nuestra congregación”. En cuanto a la figura de su fundador, Cazali señala que “muchos hermanos y hermanas han entendido que ha habido una exageración de la talla intelectual del Padre Philippe”. Sin embargo, considera que “esta no es una última y última palabra, este informe pretende ser completado por otros trabajos, externos e internos a la comunidad”.
“La parte teológica del informe está destinada a ser trabajada, pluma en mano, en primer lugar por todos aquellos que fueron formados por el Padre Philippe, aquellos que lo tuvieron como mentor: para ellos, es necesario volver a visitar y discernir entre lo que los iluminó y lo que los pervirtió”.
“Hay que hacer un discernimiento y deshacerse de la autoridad excesiva, incluso a nivel intelectual, que el Padre Philippe tenía sobre la congregación”, ha aseverado. “Y para aquellos que todavía están apegados a la enseñanza del Padre Philippe, este informe es una advertencia para que comprendan que este pensamiento requiere una crítica profunda”.
