El secretario general de los obispos confirma que el estudio encargado al bufete sobre la pederastia eclesial está prácticamente listo y que será presentado en septiembre
La auditoría antiabusos que los obispos encargaron al bufete Cremades & Calvo-Sotelo estará lista a mediados de julio. Así lo ha confirmado esta mañana el secretario general de los obispos, César García Magán, durante la rueda de prensa con motivo del final de la Comisión Permanente celebrada entre ayer y hoy en Madrid.
El portavoz episcopal aclaró que no se trata de una fecha cerrada. “La semana pasada tuvimos una reunión con parte del equipo ejecutivo, entre ellos Alfredo Dagnino”, comentó García Magán que añadió que los abogados están rematando la redacción del documento. Además, adelantó que “muy posiblemente en los primeros días de septiembre” se podría presentar en público los resultados.
El secretario general no entró a valorar el costo que conllevará esta radiografía externa y de la misma manera no se atrevió a aventurar si el porcentaje de casos será similar al de otros países del entorno. “Que en un país haya un número de homicidios, asesinatos y robos no permite hacer una extrapolación, hay que analizar cada caso”, aseveró.
En cualquier caso, un mes después de la presentación del protocolo marco, la instrucción y el informe entregado al Defensor del Pueblo, el portavoz de los obispos dijo haber emprendido “un camino sincero y de transparencia”. “Toda aproximación a las vidas, a las personas, a esas historias de las víctimas implica entrar descalzos porque son tierra sagrada”, añadió. Y como sucediera en otras comparecencias, reiteró que “hasta este momento no hay ningún obispo de la Conferencia Episcopal Española encausado ni en ámbito canónico o civil en encubrimiento de abusos”.
Preguntado por el hecho de que la capilla de la Conferencia Episcopal cuenta con mosaicos elaborados por Marko Rupnik, el jesuita expulsado por abusar de varias mujeres, comentó que no es partidario de “destrozar las obras porque haya cometido actos que no han sido buenos”.
“Hay que separar al autor de su obra. Ni nadie es totalmente santo ni totalmente malo”, apuntó, echando mano de la parábola del trigo y la cizaña y alertando del “peligro de caer en una actitud como la de los talibanes en Afganistán, que destrozaron unos budas que eran patrimonio de la Humanidad”.
Personalmente, compartió que cuando entra en la capilla no tiene sensación alguna de rechazo: “Para mí, la imagen que conforma es un andamio que nos lleva a una realidad trascendente, me lleva a pensar a Jesús, a los apóstoles, a quienes van ahí en la barca”.