Sergio Rodríguez López-Ros, vicerrector primero de la Universitat Abat Oliba CEU, representa a la Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea en un acto en el Parlamento
La Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) ha alabado que, más allá de sus contraindicaciones, la Inteligencia Artificial tiene la oportunidad de “rehumanizar” el mercado único europeo y “permitir una mayor redistribución de riqueza”. Así ha quedado de manifiesto en un acto del Parlamento para celebrar los 30 años del mercado único en el que ha participado el vicerrector primero de la Universitat Abat Oliba CEU, Sergio Rodríguez López-Ros, representando a la COMECE. Un acto que ha contado con representaciones de las comunidades musulmanas y ortodoxas de Europa y que ha sido inaugurado por el primer vicepresidente del Parlamento Europeo, Othmar Karas; el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas; y la directora general de Competitividad y Comercio del Consejo de la UE, Isabel Riaño-Ibáñez.
Para Rodríguez López-Ros, esta inteligencia puede transformar “labores repetitivas o peligrosas y aumentar los márgenes, de modo que pueda haber una mayor redistribución de la riqueza”. La UE, destacó, ha conseguido “haber construido el mercado interior más integrado de la historia” lo que “es también un ejercicio de dignidad”.
“Sólo la dinámica de la comunidad, del comunitarismo, es capaz de superar el puro economicismo. Sin crecimiento equitativo no hay justicia social y sin ella no hay paz, entendida no como la ausencia de guerra, sino como la ausencia de conflictos en el día a día”, reivindicó el académico. Por eso ha llamado a “conciliar las exigencias de la fe y de la doctrina social de la Iglesia con las necesidades y los límites impuestos por las leyes del mercado y la globalización”, en sintonía con el pensamiento del papa Francisco.