El presidente de la Conferencia Episcopal invita a no dejarse vencer por el desánimo y a seguir con la renovación de las estructuras eclesiales
La Conferencia Episcopal Alemana ha presentado sus estadísticas oficiales de 2022 este miércoles, 28 de julio, y señala que 522.821 personas abandonaron la Iglesia el pasado año. Una cifra que supone un auténtico récord ya que nunca antes se había llegado a este medio millón de fieles. Ahora bien, han subido ligeramente el número de fieles que han recibido los sacramentos tras el parón de la pandemia del coronavirus.
En total, 20.973.590 personas pertenecían a la Iglesia católica en Alemania a finales del año pasado –708.285 personas menos en que en el año anterior–, según señala el episcopado que cifró las salidas en 2021 en 359.338 fieles. El número de ingresos se mantuvo más o menos constante en 1.447 (el año anterior 1.465), el número de readmisiones descendió ligeramente de 4.116 a 3.753. Por diócesis, la de más abandonos es Colonia, seguida de Múnich y Friburgo. El menor número de dimisiones se produjo en la diócesis de Görlitz.
En cuanto a sacramentos, solo baja levemente el número de confirmaciones, pero el de matrimonios aumentó significativamente de 20.000 a 35.000 en 2022. La asistencia a misa también aumentó de 4,3 a 5,7% de los católicos. En Alemania, los católicos representan el 24,8% de la población total. Por su parte, la Iglesia Evangélica en Alemania cifró sus abandonos en 380.000 personas, lo que supone 100.000 salidas y, por tanto, un 35,7% más que en 2021.
El presidente de la Conferencia Episcopal Alemana y obispo de Limburgo, Georg Bätzing, trato de huir del pesimismo. “Debemos seguir actuando con coherencia y la gente debe experimentar que estamos a su lado y que estamos ahí para ellos”, señaló en declaraciones recogidas por el portal katholisch.de. “Las altas cifras de abandonos duelen y sé cuánto se comprometen con los demás los voluntarios y trabajadores a tiempo completo de parroquias, instituciones, asociaciones, guarderías, escuelas y Cáritas, y lo importante que es para ellos la buena noticia del Dios amoroso”, reclamó.
Ante esto invitó: “No os desaniméis. Por favor, seguid comprometidos y haced experimentar a las personas que encontráis cada día las fuentes de las que se alimentan vuestro compromiso, alegría y esperanza”. Y es que, señaló el obispo, “estamos cambiando las estructuras para que pueda crecer una nueva cultura que promueva la transparencia, permita la participación y evite los abusos de cualquier tipo”.