“Queremos decir junto a nuestro pueblo: Basta de violencia en Rosario, y en cualquier lugar de nuestra tierra argentina”. Así se expresaba la filial Rosario de la Conferencia Argentina de Religiosos y Religiosas (CONFAR), ante los distintos acontecimientos que se vienen dando en el país.
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Este clamor surge de los últimos acontecimientos que se vienen dando en Jujuy y Chaco, y también en lo que viven los rosarinos: violencia, hambre, inseguridad, muertes, balaceras, amenazas, desprotección, y otras situaciones que van quitando libertades cotidianas y vidas.
Los consagrados agregaron que, celebran los 40 años de democracia (que se cumplirán en diciembre), un hito histórico que los compromete a “madurar como pueblo desde los valores, en verdad y justicia”.
Los reclamos
Por tal motivo, la CONFAR de la ciudad rosarina le pide a las autoridades: “Hagan algo ya”. Creen que la responsabilidad está en sus manos y en sus conciencias, con una clara posibilidad humana de gestar una sociedad solidaria, justa y fraterna, donde claramente el poder esté al servicio de todos, sin excepción.
“Entendemos que, en nuestra querida Argentina ya no hay margen para hipocresías. No subestimemos el diálogo como camino para alcanzar el bien común“, señalaron los religiosos. Y aludieron a las palabras del arzobispo de Rosario, Eduardo Martín: “… la Bandera, ella es como el manto que nos cobija. Debemos cuidarla y no cortarla por los desencuentros. Es hora de que bajo la unidad de la Bandera dejemos atrás lo que nos impide ponernos de pie“.
Manifestaron que, concretamente, desde su lugar, tratan de estar atentos, desde la escucha y la reflexión, “educamos (sin fomentar o mantener estructuras de opresión), vivimos y anunciamos los valores del Evangelio”.
Para ellos, la esperanza no es un optimismo vacío, por el contrario, es combativa por su “tenacidad”. Por eso, con las “Mujeres del Alba” que salieron en la oscuridad en busca del Resucitado con “osada esperanza”, alientan a seguir caminando “proféticamente juntos”.