El Papa ha recibido en el Vaticano a los miembros de la Delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla
El papa Francisco ha recibido esta mañana en audiencia a los miembros de la Delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, la cual tradicionalmente llega a Roma con motivo de la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. Durante su discurso, el Papa ha reflexionado acerca de la importancia de la sinodalidad para favorecer “la comunión de la Iglesia a nivel universal”.
Asimismo, ha subrayado que no debemos olvidar “que la unidad plena será don del Espíritu Santo y que debe buscarse en el Espíritu, porque la comunión entre los creyentes no es cuestión de cesiones y compromisos, sino de caridad fraterna, de hermanos que se reconocen amados hijos del Padre y llenos del Espíritu de Cristo, saben situar sus diferencias en un contexto más amplio”.
Por otro lado, Francisco ha recordado, en relación especialmente al conflicto en Ucrania, que “como discípulos de Cristo no podemos resignarnos a la guerra, sino que tenemos el deber de trabajar juntos por la paz”.
“La trágica realidad de esta guerra que parece no tener fin exige de todos unos esfuerzos creativos común para imaginar e implementar caminos de paz, hacia una paz justa y estable”, ha añadido, reconociendo que “por supuesto, la paz no es una realidad que podamos alcanzar por nosotros mismos, sino que es ante todo un don del Señor”. Sin embargo, “es un don que requiere una actitud correspondiente por parte del ser humano, y sobre todo del creyente, que debe participar en la obra pacificadora de Dios”, ha matizado.