El Presidente del episcopado invitó a sus hermanos a no dejarse ahogar en lo coyuntural, tener visión de futuro sin la beligerancia que alimenta polarizaciones
Este 3 de julio ha iniciado la edición 115 de la Asamblea plenaria de la Conferencia de obispos de Colombia, que convocó a 76 prelados de todo el país, para seguir mediando en la actual coyuntura que clama por la paz total.
Luis José Rueda, presidente del Episcopado y arzobispo de Bogotá, en la apertura ha invitado a sus colegas y hermanos a seguir manteniendo una voz profética para el país.
Sobre todo para que “acompañen y alienten frente a las preocupaciones de la realidad actual”, para ello, para esta asamblea aplicarán el método de la conversación espiritual, usado en las asambleas continentales del sínodo de la sinodalidad.
Alentó a los prelados a seguir adelante puesto que “son seres humanos y ciudadanos desafiados por esta realidad y son los primeros necesitados de misericordia y consolación pastoral”.
Rueda ha recordado que esta asamblea configura su reflexión con la mirada puesta en “el Jubileo de la Esperanza del 2025 y del gran Jubileo de la Redención del 2033” para ser “una Iglesia misericordiosa que se conmueve, se detiene y ayuda al otro, cuantas veces sea necesario”.
Destacó que los obispos, desde la colegialidad, “somos una voz profética necesaria para Colombia” por lo que en el actual momento histórico los obispos debemos estar en permanente ejercicio de discernimiento evangélico”.
En especial, ha invitado a “reflexionar la realidad desde las regiones con actitud profética, en nombre de Dios, sin dejarnos ahogar en lo coyuntural, con visión de futuro, con realismo esperanzado, sin la beligerancia que alimenta polarizaciones, con humildad y a la vez sin ingenuidad”.
En medio de las fragilidades que como pastores puedan experimentar, el Presidente del episcopado recordó el llamado del Papa de no desanimarse ni rendirse.
“Hacer una pausa para estar en la presencia de Jesús, a quien encontramos siempre fiel en nuestro camino, cercano y atento a nuestra vida, para ofrecernos la necesaria consolación pastoral”, agregó.
Solo – señala Rueda – “nos robustecerá en el dinamismo evangelizador centrado en Jesucristo, con el aire puro del Espíritu Santo, que nos libera de la mundanidad manifestada en embelecos y vanaglorias doctrinales y estadísticas que nos distancian del Pueblo fiel de Dios”..
Lizardo Estrada Herrera, secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) y obispo auxiliar del Cusco (Perú), acompañó la sesión inaugural.
Expresó la cercanía de la nueva presidencia del Celam y ratificó el compromiso de trabajar el camino sinodal para “acompañar de forma más sencilla y directa los desafíos pastorales que surgen en el continente desde las Conferencias Episcopales”
El Secretario general del Celam añadió que en el cuatrienio que comienzan han establecido dos prioridades: apropiación de las conclusiones de la Asamblea y el sínodo de la sinodalidad.
Sobre la primera, detalló que están socializando el texto ‘Hacia una Iglesia Sinodal en salida a las periferias’ (propuestas pastorales de la Asamblea Eclesial) para animar a las iglesias particulares a asumirlo como “una herramienta que les ayude en sus planificaciones pastorales”.
En cuanto al sínodo 2021-2024 ha mencionado que la etapa continental “ha sido un tiempo fecundo de escucha”, que “nos presenta también elementos de análisis muy interesantes sobre la realidad eclesial, desde la comunión, la participación y la misión, que nos ayudan a discernir nuevos caminos”.
Foto: CEC