En las cuatro rutas migratorias que hay desde África hasta España (la canaria, la argelina, la del Alborán y la del Estrecho), 951 personas han muerto ahogadas en la frontera sur en este primer semestre de 2023. Esta es la principal conclusión de Caminando Fronteras, entidad fundada por la activista Helena Maleno, en su último informe de control sobre este dramático fenómeno social.
De media, nos encontramos con que cinco personas mueren al día en su intento de llegar a España. Un dato que no puede dejar indiferente a las autoridades políticas concernidas, especialmente a las de España y Marruecos.
En cuanto a las rutas, la que concentra el mayor número de víctimas es la canaria, con 778. Le siguen la argelina, con 102, yendo luego la del Estrecho, con 50, y, finalmente, la del Alborán, con 21. Entre los fallecidos, 112 fueron mujeres y 49 niños.
Un último dato pone los pelos de punta: 19 embarcaciones han desaparecido con todas las personas a bordo. Y es que, como lamenta el estudio, “entre las causas que han provocado tragedias y víctimas en este período, se vuelve a constatar la omisión del deber de socorro, la demora en la activación de medios de búsqueda y rescate, la insuficiencia de los medios cuando estos son activados, las malas prácticas durante los rescates y la falta de coordinación entre los estados español y marroquí, cuyas relaciones se rigen por intereses geopolíticos vinculados al control migratorio en lugar de por la defensa del derecho a la vida”.