Europa

“Lukashenko y Putin están tratando de borrar la identidad, cultura e idioma del pueblo bielorruso”

  • Svetlana Tikhanovskaya, líder opositora frente al régimen comunista, concede una entrevista al diario de los obispos italianos
  • “No habrá seguridad para Ucrania sin una Bielorrusia libre, y no habrá libertad para Bielorrusia sin una victoria de Ucrania”





En 2020, Serguéi Tijanovski dio un paso frente al dictador comunista Alexandr Lukashenko y anunció que se presentaba a las elecciones presidenciales. Tras ser encarcelado por el régimen, su mujer, Svetlana Tikhanovskaya, recogió el testigo y concurrió ella misma a los comicios, liderando la oposición. Para sorpresa de muchos, pudo ganar las votaciones, pero Lukashenko, en un claro pucherazo, sostuvo que no llegó al 10% de los apoyos en las urnas.



El rechazo popular fue tan grande que, durante varias semanas, numerosas manifestaciones estuvieron a punto de derribar al Gobierno comunista, que en el último momento se sostuvo gracias al apoyo clave del presidente ruso, Vladímir Putin. Precisamente, ha sido ahora cuando la historia ha dado un giro sorprendente y, cuando el Grupo Wagner, liderado por Yevgeny Prigozhin, marchó hacia Moscú del 24 al 25 de junio, quien salvó a Putin fue el líder bielorruso, convenciendo al líder de los mercenarios para que depusiese su acción de protesta y se exiliase en su país.

Con ‘Avveire’

Ahora, en estas horas convulsas, Svetlana Tikhanovskaya, que desde que Lukashenko se mantuviera en el poder, tuvo que huir a Lituania (mientras su marido, al que no ha vuelto a ver en estos tres años, sigue en la cárcel en su país), ha concedido una entrevista a ‘Avveire’, el diario oficial de la Conferencia Episcopal Italiana.

En la misma, deja claro que el futuro de su país está estrechamente ligado al de Ucrania, que lucha por su independencia frente a la Rusia de Putin: “No habrá seguridad para Ucrania sin una Bielorrusia libre, y no habrá libertad para Bielorrusia sin una victoria de Ucrania. Estamos juntos en esta lucha: nuestros enemigos son los mismos y también lo son nuestros aliados. Esta lucha no se trata solo de Ucrania o Bielorrusia, sino del futuro de Europa”.

Asesinos y criminales de guerra

En este sentido, ve una pésima noticia que, aunque ahora parece que Prigozhin se encuentre en San Petersburgo, los mercenarios del Grupo Wagner estén en su tierra: “Ahora mismo están montando campamentos para los secuaces de Prigozhin y no sabemos qué harán allí. Los bielorrusos no quieren a estos asesinos y criminales de guerra en nuestro país: tienen un rastro de muerte y destrucción desde Europa hasta África. Hemos escuchado que deberían entrenar al ejército bielorruso: ¿qué se les enseñará, cómo cometer crímenes de guerra? Su presencia en nuestro país crea nuevas amenazas, tanto para los bielorrusos como para nuestros vecinos”.

Con todo, para ella es una muestra más de que, en el fondo, Lukashenko solo es un títere de Putin: “La presencia de tropas rusas, armas nucleares y ahora Prigozhin en nuestro territorio es una amenaza directa a nuestra soberanía. En la actualidad, estamos bajo una forma de ocupación híbrida por parte de Rusia. Pero nos enfrentamos a dos enemigos: el régimen ilegítimo de Lukashenko y la Rusia de Putin. Están tratando de borrar nuestra identidad, nuestra cultura, nuestro idioma. Nuestro propio derecho a existir como pueblo soberano. Pero insistimos en que Bielorrusia es un país libre e independiente”.

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