El Papa hizo su primer viaje a la isla italiana
Hace 10 años, Francisco hizo su primer viaje fuera del Vaticano como Papa: Lampedusa. La isla siciliana que se ha convertido en escenario y muestra de la tragedia migratoria en el Mediterráneo. Hoy, el Papa ha enviado una carta al obispo de Agrigento, Alessandro Damiano, con motivo de este aniversario, en la que ha recordado que, actualmente siguen “estremeciéndonos las masacres silenciosas ante las que aún permanecemos impotentes y atónitos”.
“La muerte de inocentes, principalmente niños, en busca de una existencia más pacífica, alejada de las guerras y la violencia, es un grito doloroso y ensordecedor que no puede dejarnos indiferentes”, continúa el Papa. Lo que ocurre en el Mediterráneo, que se refleja en Lampedusa, es, entonces, “la vergüenza de una sociedad que ya no sabe llorar y compadecerse del otro”.
“Han pasado diez años desde el viaje que quise hacer en la comunidad lampedesana para mostrar mi apoyo y paternal cercanía a quienes, después de arduos avatares, a merced del mar, han desembarcado en vuestras costas”, continúa.
Así, el Papa ha recordado que, “en este contexto, todos estamos llamados a un renovado y profundo sentido de la responsabilidad y solidaridad”. Es necesario, pues, “que la Iglesia, para ser verdaderamente profética, trabaje solícitamente en colocarse en los caminos de los olvidados, saliendo de sí misma, aliviando con el bálsamo de la fraternidad y de la caridad las heridas sangrantes de quienes llevan las mismas huellas en sus cuerpos las heridas de Cristo”.
Francisco finaliza la carta exhortando a la comunidad de Lampedusa a “no quedaros presos del miedo o de la lógica partidista, sino a ser cristianos capaces de fertilizar esta isla, situada en el corazón del Mare Nostrum, con las riquezas espirituales del Evangelio, para que vuelva a brillar en su original belleza”.