Cuando el recién nombrado arzobispo de Madrid, José Cobo, se encontraba de ‘resaca’ después de su inicio de ministerio de una multitudinaria ceremonia en la catedral de La Almudena en la mañana del sábado, hoy a mediodía Francisco le creaba cardenal. O lo que es lo mismo, solo un día al frente de la principal diócesis de España y el Papa le promocionaba como el referente a presente y futuro De la Iglesia de nuestro país.
Cobo acogió la noticia en Aoslos, el pueblo más pequeño de la Comunidad de Madrid. Para el prelado, celebrar su primera eucaristía como pastor de la archidiócesis en esta pedanía de la sierra con apenas 76 habitantes buscaba ser un reflejo de su apuesta por los pequeños, por las periferias, por los descartados.
“Todavía estoy asumiendo la celebración de ayer, pero lo recibo agradecido y con gran responsabilidad”, exponía el arzobispo en su cuenta de Twitter.
Este gesto del pontífice argentino se interpreta como un guiño más de la importancia que está dando a la Iglesia española, más allá de que hasta ahora no se haya materializado en un viaje. Sin embargo, el hecho de que tres de los 21 nuevos purpurados sean de nuestro país, habla de una presencia más que significativa.
Y es que, junto a Cobo, el próximo 30 de septiembre entrarán en el equipo de confianza de Francisco, tanto el superior general de los salesianos, Ángel Fernández Artime, como el franciscano conventual Francisco Javier Bustillo, que actualmente es obispo en la diócesis francesa de Ajaccio.