El partido de Santiago Abascal centra sus esfuerzos en la derogación del aborto y la eutanasia, así como en el cierre de mezquitas que “propaguen ideas contrarias a la cultura” española
Ni una sola mención explícita a la Iglesia y tampoco a la asignatura de Religión en su programa electoral para la comicios generales del próximo 23 de julio. Vox presentó ayer sus promesas para la próxima legislatura en caso de poder llegar a La Moncloa y, entre sus propuestas, no hay ninguna iniciativa que explícitamente esté vinculada al catolicismo, más allá de defender la “protección de las tradiciones populares, eventos religiosos y festejos taurinos propios de la España rural frente a los ataques del progresismo y el globalismo”.
Si bien recuerdan en su programa que en la extinta legislatura presentaron una Proposición No de Ley para “garantizar el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”, para los próximos cuatro años no redoblan esta apuesta como tal. O al menos no se menciona cunado se plantean la derogación de la actual norma educativa y “todas las leyes que vulneran los derechos de los padres a educar a sus hijos en libertad”.
Eso sí, aseguran que aprobarán “una Ley Nacional de Educación duradera que establezca unos contenidos comunes” que incluirá, entre otros, cuestiones como “la historia de España, la identidad nacional y la aportación de España a la civilización y a la historia universal, con especial atención a las gestas y hazañas de nuestros héroes nacionales”. Sin embargo, no hay rastro de cómo se afrontará la enseñanza de la Religión, si será optativa o no, evaluable o no, si contará para nota o no.
En lo que a los colegios se refiere, sostienen que blindarán “la libre elección de centro educativo en todos los niveles a través de un cheque escolar para que las familias elijan libremente el modelo educativo que desean, sin que su situación económica o social sea un impedimento para ello”. A este respecto, tampoco se aborda la encrucijada en la que se encuentra la financiación y sostenibilidad de los centros concertados. Simplemente se hace una defensa de los centros de educación especial y de educación diferenciada, “garantizando su accesibilidad”.
El programa de Vox no incluye ninguna alusión a la defensa de la libertad religiosa como tal. De hecho, la única referencia que se hace a un credo, está vinculada al ámbito musulmán. Así, promete cerrar todas las mezquitas o centros de culto “que propaguen ideas que son contrarias a la cultura e identidad” española “como el radicalismo islámico, la yihad o el menosprecio a la mujer y a las costumbres” del país. “Se exigirá a los responsables de la religión islámica en España su colaboración para la detención de radicales”, se llega a asegurar en su apartado dedicado a la lucha contra el terrorismo.
Donde sí vuelca sus esfuerzos el equipo liderado por Santiago Abascal es en las cuestiones vinculadas a la defensa de la vida. Con la derogación de las leyes del aborto y de la eutanasia por delante, el programa promete aprobar “una legislación sanitaria respetuosa con el derecho a la vida y a la integridad física y moral”.
“Eliminaremos el falso ‘derecho al aborto’ y defenderemos el derecho a que toda mujer embarazada pueda acceder a un protocolo de información”, expone. Entre estas medidas, se incluyen las polémicas propuestas que se sugirieron para Castilla y León como “la posibilidad de escuchar el latido fetal y la realización de una ecografía 4D”.
Además, sostienen que sacarán adelante una “Ley de Cuidados Paliativos que asegure el cuidado de las personas en las fases críticas y terminales de la vida, leyes de apoyo a la natalidad y la familia”. En esta misma línea, también se garantizaría “el ejercicio del derecho a la objeción de conciencia por el personal médico o administrativo que por sus funciones se encuentran relacionados con las prácticas contrarias al derecho a la vida”.