El 26 de junio un demoledor informe denunciaba la red de abusos creada en torno al dominico Marie-Dominique Philippe, fundador de los Hermanos de San Juan –los ‘frères de Saint-Jean’–, congregación más conocida de una familia religiosa que incluye a la comunidad Stella Matutina. Las 300 religiosas de esta congregación siguen rindiéndole culto, a pesar de las prohibiciones del Vaticano según denuncia una investigación realizada por La Croix.
- PODCAST: Participación, abusos y migración
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Las hermanas de Stella Matutina, fundadas por Philippe, desde 2009 han vivido un proceso de refundación tras ser acusadas de derivas sectarias. Tras un intento fallido de purificación con una comunidad en México, un grupo de hermanas creó un convento nuevo en la ciudad andaluza de Córdoba y añadió una franja en la parte inferior del hábito. Así, el 29 de junio de 2012 fueron aceptadas como nueva asociación en la diócesis andaluza con el nombre de ‘Hermanas de San Juan y Santo Domingo’. Esta refundación fue rechazada como tapadera por el Vaticano el 10 de enero de 2013.
Una refundación en falso
A través de un rescripto la Secretaría de Estado sentenció que “dado que ha atentado gravemente contra la disciplina eclesiástica, (la nueva asociación) queda suprimida con efecto inmediato y sin posibilidad de ser reconstituida bajo otra forma”. Tras la renuncia de Benedicto XVI una comisión presidida por el cardenal español Julián Herranz Casado fue creada para tutelar una posible refundación con posturas bastante encontradas al respecto. En este revuelo las hermanas crearon una nueva comunidad en Bergara, diócesis de San Sebastián.
En 2014 la comisión finalmente dio el visto bueno a las ‘Hermanas de María Stella Matutina’. Esta decisión excluía a cuatro religiosas –tres de ellas con un papel destacado– de la vida religiosa. Ahora bien, estas monjas permanecieron siete años en la comunidad sin que se hiciera efectivo el decreto de expulsión. El cardenal Braz de Aviz forzó, sin éxito, su aplicación en 2021 ya que siguen al frente de las decisiones de la congregación, especialmente copando la formación de las religiosas. Mientras se han nombrado una especie de ‘prioras títeres’ que siguen la línea de las disidentes, principalmente Alix Parmentier –fallecida en 2019, que tuvo un solemnísimo funeral en el que fue enterrada con hábito a pesar de la prohibición–, y las hermanas Marthe e Isabelle Hubac.
Un fundador abusador venerado
No es lo único que se mantiene igual en Stella Matutina ya que La Croix ha recogido testimonio de prácticas no aprobadas por el Vaticano como las comidas a solas en las celdas, la mendicidad o la presión mental de las hermanas mayores sentadas en la cúspide de un sistema piramidal e infantilizante, el agotamiento, la depresión y los intentos de suicidio ocultos a las familias… según señala el medio francés gracias al testimonio de religiosas que han dejado la comunidad por el estado de presión psicológica que sentían..
A esto se suman otras denuncias por la gestión de las ayudas económicas y las inversiones en edificios en los que abrir de forma clandestina nuevas fundaciones. Mientras esto se desarrollaba se ha conocido el informe oficial de que 72 hermanos de la comunidad de Saint-Jean –fundador incluido– cometieron actos de violencia sexual entre 1975 y 2022 con 167 víctimas identificadas. Ahora bien, las hermanas siguen venerando a Marie-Dominique Philippe especialmente en el aniversario de su muerte o con numerosos cuadros en los conventos o estampas distribuidas por las monjas.