Ángel Fernández Artime permanecerá al frente de la congregación hasta el 31 de julio de 2024 y se convocará un Capítulo General en 2025
El rector mayor de los salesianos, el español Ángel Fernández Artime, visitó el campamento organizado por Franco Fontana, capellán de la Dirección de los Servicios de Seguridad y Protección Civil y de los Museos Vaticanos. En el Aula Pablo VI saludó a los 250 niños y jóvenes del campamento que se celebra por cuarto año consecutivo con la ayuda de 35 animadores, tres salesianos y dos salesianas. Sin embargo, no es lo único que ha hecho el Vaticano tras ser anunciado que será creado cardenal en el consistorio del próximo 30 de septiembre.
En una carta dirigida a la Familia Salesiana, Fernández Artime señala que este nombramiento supone una “don que nos ha hecho el Papa Francisco como Congregación Salesiana y como Familia”. En su escrito confirma que fue recibido por el Papa en la tarde del 12 de julio y que de dicho encuentro han surgido una serie de “disposiciones” sobre el futuro del superior general de los salesianos. Así, el rector mayor adelantará el 29º Capítulo General un año –se celebrará ahora en febrero de 2025– para elegir a un nuevo superior ya que, de acuerdo con Francisco, han considerado que Fernández Artime presente su renuncia el 31 de julio de 2024 –tras su habitual sesión plenaria del consejo general de los salesianos–. “Después de esa fecha yo presentaré mi renuncia como rector mayor por haber sido llamado por el Santo Padre para el servicio que él me encomendará. Así me lo ha comunicado”, señala en su carta.
Además de esta decisión, el salesiano explica el mecanismo de sustitución previsto en la normativa propia de los salesianos, quedando como superior el actual vicario, el italiano Stefano Martoglio. Este presidirá el capítulo del que surgirá un nuevo rector mayor. Sobre el futuro del propio Fernández Artime se muestra discreto: “¿Qué me va a encomendar el Santo Padre? Todavía no me lo ha dicho, y entiendo que con tanto tiempo por delante eso es lo mejor”. La renuncia se producirá poco antes de uno de los grandes proyectos impulsados por el propio nuevo cardenal, un congreso internacional en agosto con jóvenes de todo el mundo para conmemorar el 200 aniversario del sueño vocacional de san Juan Bosco, el conocido como “sueño de los nueva años”.