Este jueves 13 de julio el papa Francisco nombró a José Aparecido Gonçalves como obispo de Itumbiara – estado de Goiás centro oeste de Brasil – en relevo de Antonio Fernando Brochini, quien ha renunciado por límite de edad.
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El nuevo prelado de Itumbiara, de 63 años, venía desempeñándose como obispo auxiliar de Brasilia. Nació el 21 de julio de 1960. Fue ordenado sacerdote el 15 de marzo de 1989, incardinándose en la diócesis de Santo Amaro.
Perfil del prelado
Tiene un doctorado en derecho canónico por la Universidad de la Santa Cruz de Roma. Fue invitado en 1994 a trabajar en el Pontificio Consejo para los Textos Legislativos como agregado de Secretaría hasta 2010 cuando fue nombrado Subsecretario del Dicasterio, cargo desempeñado hasta su nombramiento episcopal en 2013.
En el Vaticano fue comisario para la defensa del vínculo en los casos de matrimonio ratificado y no consumado en la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Fue miembro de la Comisión de arbitraje y conciliación de la oficina de trabajo de la sede apostólica.
También integró varias comisiones interdicasteriales para estudiar cuestiones de gobierno de la Iglesia que implicaban “la competencia de varios dicasterios, además de diversas colaboraciones ocasionales con otros”.
Fue consultor de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y en la actualidad colabora con la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica como comisario adjunto de algunos institutos.
Expresiones de gratitud
La presidencia del episcopado brasileño ha enviado un mensaje al recién nominado prelado, le expresan su alegría recordando las palabras de Francisco de “es Dios quien nos elige y nos da la gracia de la misión”.
En cuanto a Antonio Fernando Brochini, ahora emérito, expresaron su gratitud por su ministerio episcopal y destacaron sus esfuerzos por hacer realidad una Iglesia de comunión en la diócesis de la que ha sido obispo en los últimos 9 años.
Sobre todo por su incansable labor en la formación cristiana de fieles y seminaristas, “permitiendo que la fe sea vivida con mayor eficacia a través de una diócesis organizada para responder mejor a los desafíos y necesidades de la evangelización”.
Foto: CNBB
