En 2003, Juan Pablo II orquestaba un encuentro entre George Bush y el nuncio para intentar detener la guerra de Irak
La Santa Sede ha anunciado que el cardenal Matteo Zuppi, misionero de paz del papa Francisco para mediar en el conflicto entre Rusia y Ucrania, ponía ayer rumbo a Washington acompañado por un oficial de la Secretaría de Estado del Vaticano.
Según explicaba la Oficina de Prensa de la Santa Sede, “la visita tiene lugar en el contexto de la misión de promoción de la paz en Ucrania y tiene como objetivo intercambiar ideas y puntos de vista sobre la trágica situación actual y apoyar iniciativas humanitarias para aliviar el sufrimiento de las personas más afectadas y frágiles, especialmente los niños”.
Sin embargo, esta no es la primera vez que un enviado del Vaticano se presenta en Estados Unidos. En 2003, el papa Juan Pablo II enviaba una carta al presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, para evitar la guerra de Irak, de la mano del ex nuncio Pio Laghi.
“Estoy convencido de que la paz siempre es posible, incluso en las circunstancias más difíciles”, escribía el papa Wojtyla al líder norteamericano. Además, en misiva el Papa polaco solicitaba al presidente estadounidense que recibiera al ex nuncio Pio Laghi: “Lo que tiene que decir representa lo que llevo en mi corazón por el bien de todas las personas”.
Bush accedió al encuentro con el diplomático vaticano tan solo dos días después, pero su intervención no pudo impedir que el presidente diera luz verde a un conflicto armado que se cobró más de un millón de vidas humanas.