Asia

¿Por qué el presidente de Irak ha revocado el reconocimiento institucional del patriarca de los católicos caldeos?

Louis Sako se refugiaba el pasado sábado en un monasterio del Kurdistán





A principios de julio, el presidente iraquí Abdul Latif Rashid, revocaba el reconocimiento institucional del Patriarca de los católicos caldeos, el cardenal Louis Raphaël Sako. Así, el cardenal Sako anunciaba el sábado 15 de julio que se refugiaba en un monasterio del Kurdistán. Una decisión radical e inaudita que trae de nuevo el espectro de la opresión y el expolio para los cristianos de Irak.



Esta comunidad católica oriental representa dos tercios de los cristianos de Irak (400.000 fieles). Y, ante el revuelo causado por este anuncio, que provocó las protestas tanto de cristianos como de representantes suníes, la presidencia iraquí emitió un comunicado en el que subrayaba que “la retirada del decreto republicano no afecta al estatuto religioso o jurídico del cardenal Louis Raphaël Sako, ya que ha sido nombrado como tal por el Vaticano”.

Una decisión dictada por la Brigada de Babilonia

Aunque este arbitraje pueda parecer simbólico, pone de manifiesto la creciente influencia ante las autoridades iraquíes de Ryan Al Kaldani, líder de la Brigada de Babilonia, una milicia armada que se pretende cristiana pero que en realidad está afiliada a grupos chiíes proiraníes.

El objetivo de Al Kaldani es, de hecho, marginar al Patriarcado caldeo y asumir el papel de representante de los cristianos en el país. Una estrategia de entrismo que empieza a dar sus frutos. “La brigada ya ha conseguido confiscar los cinco escaños del Parlamento que normalmente se conceden a los cristianos. Ahora quiere derrocar al patriarca porque se ha mostrado muy desconfiado con ella y ha acusado públicamente a su líder de crímenes”, cuenta a La Croix una fuente conocedora del contexto eclesiástico iraquí.

Ryan Al Kaldani fue, de hecho, sancionado por Estados Unidos en 2019, que le acusó de cometer “graves” violaciones de los derechos humanos en Irak. El Departamento del Tesoro dice que le identificó en un vídeo de 2018 “rebanando la oreja a un prisionero esposado” y acusa a su brigada de saquear muchas casas de familias, en particular cristianas.

¿Qué pasará con los cristianos?

Según un especialista en política iraquí, Ryan Al Kaldani pretende colocar a un miembro de su familia al frente de la oficina de culto encargada de administrar los bienes del clero católico. Los observadores caldeos contactados por La Croix temen ya que este cargo le permita meter mano en el patrimonio cristiano.

Es de temer que, en un contexto de creciente influencia iraní en la política del país, la representación cristiana se vea aún más debilitada. “Los iraníes quieren echar a los cristianos de Irak como han hecho en su país; se trata de una persecución blanda”, observa un especialista en los cristianos de Oriente. El propio patriarca Sako es objeto de una orden de detención emitida por la policía del país, después de que Ryan Al Kaldani presentara una denuncia contra él por “difamación”. Ante esta amenaza, el cardenal Sako ha indicado que no regresará a la sede del Patriarcado en Bagdad, sino que tiene la intención de refugiarse en un monasterio del Kurdistán autónomo.

En un Iraq azotado por una grave crisis económica y política, esta última decisión supone un nuevo golpe para las comunidades locales, duramente golpeadas por la reciente guerra (masacres de pueblos cristianos, fieles obligados al exilio, etc.). También se produce casi dos años después de la histórica visita del papa Francisco a la región en marzo de 2021, durante la cual envió un vibrante mensaje de apoyo a los cristianos de Oriente, instándoles a no ceder, a pesar de todo, al “virus de la desesperanza”.

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