“Ahora se aprueba allí una variabilidad del comportamiento humano. Eso es exactamente lo que quiere el diablo: confundir los conceptos del bien y el mal”, afirma el patriarca ruso
El patriarca Kirill I ha acusado –de nuevo– a Occidente de poner en peligro la civilización. Y, por ende, a justificar la invasión en Ucrania. Para Kirill, en Occidente “el concepto de pecado ha desaparecido”, según recoge el Patriarcado de Moscú. “Ahora se aprueba allí una variabilidad del comportamiento humano. Eso es exactamente lo que quiere el diablo: confundir los conceptos del bien y el mal”, dijo.
Para Kirill, Rusia está libre de “todas estas cosas diabólicas que se han convertido en la norma en las relaciones humanas”. Por ello, animó a luchar por la patria, la iglesia y “toda la civilización cristiana”. “Hay que orar por los órganos estatales, el presidente Vladimir Putin y el ejército ruso para que no renunciemos a nuestras posiciones”, añadió. De lo contrario, “Rusia no solo será derrotada por potencias extranjeras, sino que el final metafísico de la historia es inminente. El país está en la lucha contra los gobernantes mundiales de la oscuridad”.
Por su parte, la Conferencia Episcopal de la Iglesia ortodoxa rusa ha señalado en un documento que “en la tierra ucraniana de hoy, la autoridad estatal ha demostrado ser un heredero directo de los bolcheviques teómacos, ya que está acumulando la persecución de la Iglesia Ortodoxa”.
“Los fieles son expulsados de las iglesias; la jerarquía, el clero y los laicos están sujetos a arrestos injustos y juicios deshonestos; los santuarios son profanados y saqueados”, aseveran los obispos. “Los informes de que se intenta obligar al clero y los laicos de la Iglesia ortodoxa ucraniana a rechazar la verdad de Dios y provocarles un cisma causan una amargura especial”.
Por ello, la Conferencia Episcopal llama a “una oración ferviente por los hermanos y hermanas ortodoxos en Ucrania, por aquellos que, contrariamente a las amenazas, calumnias y persecuciones, buscan preservar la unidad de la iglesia, especialmente por aquellos que han realizado una obra de verdaderos confesores al alzar la voz en defensa de esta unidad”.