El Pbro. Dr. Ubaldo Montisci, catequeta y docente de teología de la educación en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma, brindó otra conferencia en el II Simposio de Catequética, cuyo tema central fue ‘El compromiso educativo de la catequesis. Puntos de referencia para un modelo de formación integral’.
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Dijo que el objetivo de esta charla es recordar las características de la catequesis educativa y señalar algunas consecuencias en los criterios para la formación de los ministros laicos catequistas.
Dimensión educativa de la catequesis
Destacó que la catequesis es el primer acto educativo de la Iglesia. Importa tanto la experiencia de vida de cada persona, como las respuestas que se le brinden desde la fe; de ahí que la catequesis debe acompañar esta dimensión de fe: ayudar a discernir, guiar y acompañar el proceso. Asimismo, la catequesis tiene la responsabilidad de llevar la fuerza del Evangelio a las culturas.
Montisci señaló cuatro figuras pastorales en el rol educativo:
- La instrucción doctrinal que mira la trasmisión y explicación del mensaje
- La instrucción pedagógica que atiende el significado del lenguaje religioso
- La comunicación de la fe que reflexiona sobre la catequesis como acto comunicativo
- La catequesis educativa cuya tarea está centrada en acoger e interiorizar la fe
Entre catequesis y práctica educativa hay complementariedad, puntualizó el salesiano.
La formación de los catequistas
Durante la exposición, Montisci aclaró que es necesaria la “formación integral” que comprende la formación bíblica teológica, la mistagógica y la ecuménica. El catequista es el maestro de la fe que tiene que asegurar que el mensaje de la fe llegue completo, sin mutilaciones o falsificaciones.
Entiende la formación como un proceso dinámico, estructurado y abierto a través del cual la conciencia de una persona se estructura y adquiere su propia configuración.
También habló de una necesidad de una formación de una identidad clara en cuanto al proceso de renovación eclesial en clave misionera y sinodal, impulsado por el papa Francisco. A esto agregó la importancia de una formación para un rol específico, sobre todo lo que tiene que ver con los catequistas instituidos.
Exigencias pedagógicas en la formación
El referente en educación señaló algunos principios pedagógicos que pueden tener consecuencias importantes en la formación catequética:
- Centralidad del educando: el “sujeto” del proceso formativo
- La valoración del aprendizaje y su posterior proceso hacia la autoformación: “aprendizaje transformador”
- El valor de la competencia, entendida como la combinación de habilidades, conocimientos, experiencias y actitudes que permiten la realización de actividades de manera efectiva.
- La noción de comunidad de práctica, con una interacción continua y práctica compartida. Implica mayor participación
- Fomentar experiencias: aprovechar las oportunidades para crear experiencias significativas
Hacia el futuro apoyó la propuesta de elaborar un proyecto de formación permanente, y propuso una mapa de funciones: discernir, mayor conocimiento teológico, actualizar y fortalecer, puesta en marcha, mayor colaboración de la gente, aprender a través de la acción y la experimentación.