La justicia alemana le pide 3.000 euros por bloquear una carretera en Nuremberg como forma de protesta
Jesuita, sacerdote y, ahora, también… ‘delincuente’. Al menos así ha catalogado la justicia alemana a Jörg Alt, miembro de la Compañía de Jesús y activista climático. Y es que, aunque tal como recoge Katholisch, no es la primera vez que sus acciones por el clima le cuestan un disgusto.
Ahora, deberá pagar una sanción de 3.000 euros por haber participado, el 16 de agosto de 2022, en el bloqueo de la carretera frente a la estación central de Nuremberg, junto a activistas de Extinction Rebellion y Last Generation. “Por supuesto que recurro esta orden de sanción”, ha afirmado el religioso, que participó en la iniciativa en vista del “tamaño de las crisis que se avecinan, la ventana de tiempo cada vez más reducida y la falta de voluntad manifiesta de nuestros gobiernos para tomar las medidas adecuadas”.
Alt conoció a sus compañeros ‘de rebelión’, Lina Eichler (20) y Henning Jeschke (22), en septiembre de 2021, ya que ambos jóvenes, antes de las elecciones federales, iniciaron una huelga de hambre indefinida en Berlín. Entonces pedían que se llevase a cabo un debate público sobre la emergencia climática con los principales candidatos.
Tras 27 días en huelga, Jeschke también dejó de beber, Olaf Scholz lo llamó. Pero, poco después, el estudiante ingresaba en a la unidad de cuidados intensivos. Jörg Alt, que ejercía como capellán en la universidad de Nuremberg, se enteró de la inusual acción de protesta a través de los medios de comunicación, y acabó ofreciéndoles su apoyo.
Las acciones de estos jóvenes, dispuestos incluso a arriesgar su vida, impresionaron a Alt: “Son más jesuitas que los jesuitas”, dijo entonces, convencido de que los jóvenes están luchando, precisamente, por lo que clama el papa Francisco en ‘Laudato si”. Un año después, los tres se manifestaban unidos en la arteria principal de Nuremberg.