Las entidades católicas se lanzan a la sensibilización en torno a esta lacra con motivo del Día Mundial que se celebra este 30 de julio
Desde 2014 el 30 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Trata a propuesta de la ONU para “concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para promocionar y proteger sus derechos” ya que, según cifras oficiales el 42% víctimas de la trata son mujeres, el 23% hombres, el 18% niñas y el 17% niños; y estas víctimas son sometidas a violencia física o extrema a manos de tratantes en una proporción tres veces superior a la de los hombres. A esto hay que sumar que la explotación sexual es el destino del 38,7 % de las personas atrapadas en las redes de trata.
la explotación y el sometimiento limitan la libertad y convierten a las personas en objetos de usar y tirar. Y el sistema de trata se aprovecha de las injusticias y desigualdades que obligan a millones de personas a vivir en condiciones vulnerablespasado mes de febrero. El pontífice subrayaba que la trata de personas, que se da en todos los países del mundo, es una de las actividades ilícitas que más debería avergonzar a los seres humanos, no en vano es calificada por muchos como “la esclavitud del siglo XXI”.
Como parte de este compromiso, Manos unidas ha destinado casi dos millones de euros a 32 proyectos para combatir la trata, el tráfico de personas y el trabajo infantil llegando, de manera directa, a 54.000 personas. Uno de sus proyectos de prevención al respecto está localizado al norte de Perú, en las regiones de Piura y Amazonas, que hacen frontera con Ecuador ya que la trata de personas mueve al año 1.300 millones de euros en Perú –700 millones corresponden a la explotación laboral y 600 millones a la explotación sexual–. para ello promueven la implicación de mujeres lideresas, docentes indígenas y no indígenas de instituciones educativas de secundaria, estudiantes de secundaria, dirigentes de organizaciones sociales de base y corresponsales de radio de tres regiones.
Por su parte, en España las adoratrices han atendido en 2022 a cerca de un millar de mujeres en esta situación. Aunque en el 85% de los casos se trata de casos de explotación sexual, se han detectado situaciones de servidumbre doméstica, matrimonio forzado o mendicidad. Su atención y acompañamiento busca “llegar a todas las víctimas, sin dejar a nadie atrás”. Y por ello la obra social de las adoratrices de la provincia Europa y África atiende cada día a unas 4.000 mujeres en esta situación.