El obispo de San Sebastián, Fernando Prado, ha pedido que, “en tiempos de aparentes bloqueos e incomprensiones, sobresalga en el horizonte el diálogo, el entendimiento, la comprensión, el pacto y el acuerdo para buscar ese bien común, que relativiza lo que nos distancia y potencia todo lo que nos une”.
- PODCAST: El fenómeno Hakuna (desde dentro)
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Así lo ha expresado este martes, tal como recoge Europa Press, en la misa que se ha celebrado en honor a San Ignacio. “Ese bien común se sobrepone a los egoísmos y posibilita, en clave de servicio, construir entre todos una sociedad mejor al servicio de nuestro pueblo, donde los más frágiles salen más protegidos y dignificados”.
En su homilía, el prelado donostiarra ha apelado a la “sabiduría que nos alcanza el discernimiento para tomar buenas decisiones en el camino de la vida” y ha incidido en que “las elecciones que hagas tendrán una consecuencia, para ti, para los demás y para el mundo”.
Servir al bien común
“Cuando buscamos el bien de los demás, el bien común, acertamos en la vida”, ha aseverado. En este sentido, y dirigiéndose a las autoridades presentes en el Santuario, y también a las ausentes, les ha ofrecido “una caricia” porque, según ha dicho, “ya os damos bastantes palos, y tantas veces inmerecidos”.
Por ello, el prelado les ha agradecido el testimonio que dan con su “entrega para que la vida de los demás sea mejor”. “Un día, sin duda, hicisteis la noble elección de servir al bien común y queréis manteneros en ella. A veces nos olvidamos y no acertamos a agradeceros suficientemente vuestro afán y vuestro sacrificio personal, tantas veces lleno de sinsabores e incomprensiones”, ha afirmado.
“Vivimos tiempos de polarización y de acentuación de las diferencias, por encima de aquello que nos une. Quisiera que nos invitáramos todos a hacer un sereno ejercicio y mirar con algo más de profundidad la realidad”, ha pedido.
Prado ha considerado necesario hacer también este ejercicio “desde el interior de la propia Iglesia” porque “a buen seguro descubriremos que siempre es mucho más aquello que nos une que aquello que nos separa”.
