Puerto Leguízamo, departamento del Putumayo, corazón de la Amazonía colombiana y frontera con Perú, será sede del segundo encuentro de la Red Itinerante Amazónica, bajo el lema “Construyendo nuevos caminos de sinodalidad e itinerancia en la Amazonía”.
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Este evento se realizará del 3 al 6 de agosto y tendrá como tema ‘sinodalidad e itinerancia’, que se inspira en el texto bíblico “se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea (Lc 9,6a)” y su objetivo será “promover un espacio de confluencia e integración de los equipos itinerantes en la Amazonía para fortalecer la red, desde la perspectiva de la sinodalidad”.
Además harán memoria del proceso recorrido para la construcción de la Red Itinerante con más de 25 años de camino de cara al futuro que incluye aspectos de coordinación y animación por la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR) y la Red Eclesial Panamazónica (Repam).
Experiencias y sueños
Francisco ha destacado la importancia de los equipos misioneros itinerantes y el apoyo a su inserción e itinerancia junto a los más empobrecidos y excluidos en su exhortación ‘Querida Amazonía’.
Por tanto, será una oportunidad excepcional para “compartir experiencias, sueños y desafíos y, sobre todo, para construir nuevos caminos sinodales en la Amazonía”, puesto que desde 2019 no se reunían. En ese entonces, celebraron el primer encuentro en Manaos.
La pandemia impuso un periodo de aislamiento y la adaptación a los trabajos en línea, sumado las largas distancias de la Amazonía, luego de cuatro años han logrado este encuentro presencial.
Espiritualidad encarnada
“Caminar juntos en la diversidad, sumando recursos humanos, pastorales, técnicos y económicos es esencial para afrontar los desafíos de la vida comunitaria en la misión itinerante”, han comentado.
También echarán mano de la espiritualidad encarnada “en sintonía con el territorio y la realidad que clama por acciones concretas en favor de la vida”, para ello, contemplarán “elementos, signos y símbolos que representan la cultura e identidad de los pueblos originarios y comunidades ribereñas acompañados por los equipos de vida y misión, conformados por laicas y laicos, sacerdotes, diáconos, religiosas y religiosos”.
Se trata de una metodología que busca “la participación activa y enriquecedora” mediante el “ver, escuchar, tocar y palpar la realidad”, por supuesto, “se fomentará la acción y el dejar fluir en la Amazonía desde orillas diversas para mantener viva la esperanza y celebrar la vida, incluso en los lugares y situaciones donde la ‘muerte’ puede estar presente”.
Foto: Repam
