“El encuentro con el Sucesor de Pedro, como testigo y maestro de la fe, puede convertirse en un punto de inflexión en la vida de los jóvenes”, dice el secretario de Estado de la Santa Sede
Apenas faltan 24 horas para que el Papa aterrice en Lisboa para la Jornada Mundial de la Juventud que, este año, se celebra en la capital lusa. En este contexto, el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, ha subrayado a los medios de comunicación del Vaticano que el Papa “tiene muchas expectativas” con respecto a los próximos días.
“Reza, el Papa, por todos los jóvenes que ya se han puesto en camino hacia Lisboa estos días, con la convicción, la certeza de que estos encuentros, estas reuniones tienen una gran fuerza en sí mismas, incluso la fuerza de cambiar, para alguien, su vida”, ha asegurado Parolin.
Y es que, en un mundo que atraviesa múltiples crisis, el purpurado ha recordado que hay muchísimos “jóvenes que, al igual que la Virgen, no tuvieron miedo de abandonar sus comodidades para hacerse cercanos a los necesitados, no se encierran en sí mismos sino que eligen utilizar sus talentos, sus dones, sus capacidades, lo que han recibido para los demás y buscan a través de opciones, que también pueden parecer bastante limitadas, opciones más bien pequeñas, hacer crecer el bien en el mundo”. “Creo que esta es la contribución que los jóvenes pueden aportar a los grandes desafíos de nuestro tiempo”, ha aseverado Parolin.
Asimismo, ha remarcado que el Papa “tiene la capacidad de entrar en contacto y sintonizar con los jóvenes”, así como de “hablarles, de darles palabras que puedan sacudirlos, animarlos, estimularlos a dar lo mejor de sí mismos”. “Incluso el encuentro con el Sucesor de Pedro, como testigo y maestro de la fe, puede convertirse en un punto de inflexión en la vida de los jóvenes”, ha añadido.