Portugal tiene “todo listo” para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa 2023. Así lo ha asegurado el primer ministro de Portugal, António Costa, a las puertas de la inauguración oficial del evento que puede llegar a reunir a cerca de un millón de fieles en la capital lusa.
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Dispositivo “sin precedentes”
“Todo fue debidamente planeado, está debidamente articulado y necesariamente preparado para que la tranquilidad sea asegurada, la seguridad sea garantizada y todo pueda ir bien”, destacó Costa tras conocer de cerca los trabajos del Sistema de Seguridad Interna del país. El primer ministro, en declaraciones recogidas por Efe, destaca que “tenemos buenas razones para confiar en el trabajo de preparación y el estado de disponibilidad de las diferentes fuerzas y servicios para responder a cualquier eventualidad”.
Y es que el político socialista ha destacado que la JMJ ha requerido una movilización de servicios y fuerzas de seguridad “sin precedentes” para el país, superando a los dispositivos de eventos como la Expo de 1998 o las finales de la Liga de Campeones. Se han movilizado 16.000 efectivos, impidiendo ya la entrada al país de 115 personas de más de 670.000 revisadas en los controles fronterizos. “El dispositivo tanto en los lugares de los eventos como en el conjunto del territorio nacional y en particular en las vías de acceso a Lisboa ha sido debidamente asegurado”, señaló Costa.
Derecho a protestar
Como en otras ocasiones, este gran evento también será escenario de protestas y reclamaciones de varios tipos. El más sensible es el que reclaman las víctimas de los abusos sexuales cometidos con menores en el seno de la Iglesia católica. Una cuestión sobre la que la Conferencia Episcopal ha hecho una completa investigación independiente. El cardenal patriarca de Lisboa, Manuel Clemente, señalaba a los medios este lunes, 31 de julio, que respeta el derecho a protestar durante la JMJ a la vez que reiteraba los pasos dados por la propia Iglesia.
“Es una sociedad democrática y el derecho a manifestación es público, por tanto que hagan lo que entiendan que deben hacer dentro de la ley”, señaló en una rueda de prensa según recoge la agencia Efe. Y es que estas quejas ya se han dejado notar a través de unos carteles con los datos del informe que señala que en Portugal sufrieron abusos sexuales 4.800 menores en ambientes eclesiásticos. También hay pintadas en instalaciones para peregrinos. El cardenal recordó que el papa Francisco tendrá durante un encuentro privado con víctimas “por respeto” a los participantes. “El lugar y el número de participantes es tan discreto que ni yo lo sé”, añadió.