Los obispos de México llaman a la construcción de acuerdos entre los actores de la educación

La Conferencia del Episcopado Mexicano publicó un mensaje a propósito del ciclo escolar 2023-2024, que iniciará el 28 de agosto, y en éste llamó a la construcción de acuerdos entre los actores de la educación, pues dijo, “México necesita esperanza, serenidad, apertura”.

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En el mensaje, firmado por el presidente de los obispos, Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey; el secretario general, Ramón Castro, obispo de Cuernavaca, y el responsable de la Dimensión de Educación y Cultura, Alfonso Cortés, arzobispo de León, los obispos resaltaron la importancia de promover la corresponsabilidad.

No cabe ya la polarización, la división y la improvisación -dijeron- “es tiempo de entender que es en el corazón de cada persona donde se va cultivando la nación, a través de obras de bien, de consensos y de certezas”.

Los obispos señalaron la necesidad de que se revise el Sistema Educativo Nacional, en su conjunto y, en ese sentido, aseveraron que la gestión educativa exige respetar la legalidad e “involucrar fuertemente a la sociedad, a los académicos, a los sindicatos, a las organizaciones de padres de familia, entre otras”.

Conformar las comunidades educativas desde dentro

Por otra parte, los obispos reconocieron el esfuerzo de la sociedad civil, así como de académicos, “en su preocupación por la expedición de los libros de texto, situación que tendrá que resolver el Poder Judicial”.

Y es que, recientemente, la Unión Nacional de Padres de Familia logró un amparo ante el Poder Judicial para que el gobierno federal no imprimiera ni distribuyera los libros de texto gratuitos, pues no se respetó la metodología para su elaboración. Pese a ello, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador comenzó la distribución de los mismos en diferentes estados del país.

En este sentido la CEM consideró que los libros de texto, “no son más que auxiliares de la educación; los materiales nunca sustituyen ni determinan lo que se construye en el acontecimiento educativo, que es siempre encuentro entre personas”.

Añadieron: “Sólo la persona educa a la persona. Frente a la confusión y el desconcierto es necesaria la prudencia, la corresponsabilidad y el diálogo constructivo. Concentrarse en el bien posible que se puede hacer, con los recursos que se disponen, tiene que ser hoy una constante”.

Principales desafíos en la educación

Para los obispos, actualmente los principales desafíos en materia educativa en el país son: el abandono escolar, la dificultad para regularizar los ciclos y los aprendizajes, el cuidado de las condiciones socio-emocionales, el impulso a la cultura de la paz, el correcto uso de las nuevas tecnologías, la reactivación de un sistema de información y evaluación educativa, la recuperación de la infraestructura educativa y la promoción de una verdadera participación social.

Por lo anterior, señalaron que el momento presente exige tejer alianzas, acuerdos, pactos, conformar verdaderamente las comunidades educativas desde dentro, “en la realidad de cada territorio, a través del diálogo constructivo y el encuentro educativo fraterno… En cada comunidad educativa deben definirse las mejores condiciones posibles para educar integralmente, con la máxima calidad y pertinencia, a cada uno de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, en los respectivos centros escolares”.