El ilusionista mexicano Miguel Ángel Razo Silva, ‘Kyrio’, se encuentra en Lisboa, Portugal, donde en días previos ha tenido tres presentaciones en el Festival de la Juventud que se realizó con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
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‘Kyrio’, perteneciente a la Arquidiócesis de México, conversó con Vida Nueva sobre su trabajo evangelizador y sus impresiones en torno a este encuentro de jóvenes con el papa Francisco, que culminará el próximo domingo 6 de agosto.
El joven ilusionista mexicano no es un improvisado en los eventos internacionales: estuvo en las JMJ de Cracovia (2016) y Panamá (2019), invitado entonces por Cristonautas; pero en esta ocasión se encuentra en Lisboa, Portugal, como parte del programa oficial de la Jornada Mundial de la Juventud.
También estuvo en el encuentro internacional de misioneros que se llevó a cabo en el Castillo de San Francisco Javier, en el 2018, en Navarra, España, país que incluso ha visitado en varias ocasiones con presentaciones en torno al Domingo Mundial de las Misiones, en colegios, parroquias, plazas, calles, etc.
“No perder la capacidad de asombrarnos”
Como ilusionista y como católico, en sus presentaciones a la juventud reunida en Lisboa, Portugal, la ha motivado a no perder su capacidad de asombro, “y a no dejar que la maldad en el mundo se vuelva cotidiana, se vuelva común”.
Confió en que los jóvenes que participan de esta JMJ en Lisboa, y que “hoy están viviendo el lenguaje del amor a pesar de las diferentes lenguas, de los diferentes idiomas, estemos dispuestos a cambiar y a transformar el mundo para bien“.
El trabajo del ilusionista ‘Kyrio’
Desde hace diez años, ‘Kyrio’ realiza una labor evangelizadora a través del ilusionismo, que consiste en dos momentos. Así lo explica:
“Primero, es el espectáculo de ilusionismo, la parte visual o que la gente ve directamente, por decirlo así; es ahí donde he logrado combinar un mensaje de fe, el mensaje del Evangelio, citas bíblicas combinadas con trucos de ilusionismo, empatándolo siempre para que puedan aterrizar hacia una acción concreta para las personas”.
La segunda parte -continuó- es que, “al ser coordinador a nivel nacional del movimiento de Misiones de Fe, toda la labor de impacto que se pueda hacer en estos eventos, se aterriza también con esa invitación hacia la misión, donde los jóvenes llevan un proceso misionero, con formación que reciben por parte de las Esclavas Misioneras de Jesús; de ahí se desprende, como parte de nuestras actividades nacionales, la misión de ‘Semana Santa’, ‘Misión de verano’ y ‘Misión de diciembre'”.
Continúa: “Es un proceso misionero de tres años en las comunidades; después se cierra el periodo de misión, y se va en busca de un nuevo lugar de misión; el primer año es para conocer a la comunidad, el segundo para poder hacer las aportaciones personalizadas, por decirlo así, y el tercer año es la preparación que se le da a la comunidad para que ellos puedan seguir avanzando en el camino de la fe”.
Su estancia en Lisboa
Al referirse a su visita a Lisboa, ‘Kyrio’ se dijo sorprendido, primeramente, por el empedrado de las calles de la ciudad: “me enteré que todas estas calles son hechas por licenciados que se preparan, específicamente, o sea, se toma una licenciatura para poder trabajar en hacer este empedrado”.
Asimismo, comentó que supo de las resistencias, por parte de algunos sectores en el país, para la realización de la JMJ: “la gente no estaba de acuerdo porque dicen que ese dinero se podía ocupar en otras cosas y no hacer un gasto que implicaba la jornada… el hecho de recibir al Papa también, y a tantos peregrinos”.
No obstante -dijo- en su estancia se ha encontrado con familias, sacerdotes y jóvenes, con abuelitos, que nunca habían visto tantos jóvenes concentrados en el tema espiritual; “ellos mismos, a pesar de la resistencia, hoy están viviendo algo que va a marcar un antes y un después en la historia de todo Portugal, principalmente aquí en Lisboa”.
“Ya eres portugués”
Una de las experiencias que más le ha marcado en Portugal fue cuando, en una de sus tres presentaciones, en el Castillo de San Jorge, específicamente, fue recibido de forma “maravillosa”.
“Los jóvenes quedaron tan emocionados, que al final unos chicos portugueses se me acercaron para gritar conmigo algunas ‘porras’; se quedaron conmigo hasta el final, y me decían que les daba mucha tristeza que yo no hubiera nacido siendo portugués; entonces me regalaron una bandera de Portugal. Fue algo bonito, un halago muy bello; son jóvenes que, de cierta manera, viven como mucha intensidad su nacionalidad”.
Finalmente ‘Kyrio’ aseguró que lo más importante de su trabajo como evangelizador, es “vivir en plenitud el Evangelio en mi vida; Jesús ha venido para que tengamos vida y la tengamos en abundancia. Él me ha llenado de felicidad y de plenitud al poder combinar las dos pasiones más grandes que yo tengo: el ilusionismo y el servicio parroquial”.
Y concluyó: “También el hecho de poder dejar algo bueno, a través de mi trabajo, dejar un legado, pues me ilusiona mucho porque sé que, si algún día yo llego a faltar, habrá personas que tendrán un recuerdo de que en algún momento recibieron un mensaje de Dios a través de mi trabajo”.