90 participantes han venido de 14 puestos de misión del vicariato de san José del Amazonas, jurisdicción eclesial ubicada en en el departamento de Loreto, noreste de Perú
El vicariato de san José del Amazonas, jurisdicción eclesial ubicada en en el departamento de Loreto, noreste de Perú, organizó un encuentro pastoral de jóvenes y adolescentes, en el que suscribieron un manifiesto para instar a las autoridades a garantizarles “un futuro más justo y libre de violencia”.
Los participantes han manifestado su voluntad de luchar por sus derechos. 90 participantes han venido de 14 puestos de misión. Los facilitadores de este encuentro fueron los misioneros Daniel Niño y Lautaro Soria de la comunidad de La Salle – Tabatinga.
Durante estas jornadas examinaron los modelos bíblicos de jóvenes valientes, creyentes y capaces de transformar la realidad como también han trabajado temas como el autorreconocimiento, los derechos de los niños, niñas y adolescentes, y el autocuidado.
Asimismo han informado que María Inés Tapullima Vigay, de Mazán, coordinadora vicarial de los jóvenes, viajó a Lisboa a la Jornada Mundial de la Juventud 2023 como parte de la delegación de pueblos indígenas que se encontró con el Papa.
Los chicos han escenificado y reflexionado a partir de los encuentros de Jesús con jóvenes recogidos en los evangelios como también analizaron los cuatro sueños del papa Francisco en ‘Querida Amazonía’.
Los participantes han conocido los principios clave de la doctrina social de la Iglesia con el que han redactado un ‘manifiesto de niños, niñas, adolescentes y jóvenes’ y han delineado el plan de trabajo para el resto del año. Han elegido a los nuevos integrantes de la comisión vicarial de jóvenes.
En el manifiesto han expresado su preocupación por “la vulneración de sus derechos, situaciones que enfrentan a diario como la discriminación cultural, falta de atención médica adecuada, violencia y explotación laboral”.
Solicitaron a las autoridades “ser parte del cambio, tomando acción para garantizar que se respeten sus derechos y, sobre todo, se atiendan y escuchen las voces de la juventud amazónica”.
Demanda en la que interponen su palabra empeñada: trabajar de la mano con las autoridades
para concientizar sobre esta problemática a través de talleres en escuelas y parroquias.