Athletica Vaticana: de competir en Glasgow a ver al papa Francisco

“No se pueden resolver todos los problemas. Pero si los necesitados saben que pueden venir aquí y ser escuchados, hace la diferencia. Y la gente siempre se va con una sonrisa en la cara”. Así presentó Bernice Brady la Sociedad de San Vicente de Paúl de Glasgow, de la que es presidenta, a la delegación del equipo ciclista Athletica Vaticana que conoció durante el reciente Campeonato del Mundo en la ciudad escocesa. Y, tal como recoge Vatican News, los vicentinos también donaron un icono a los atletas, que esta mañana, 9 de agosto, en la audiencia general entregaron al Papa en el Aula Pablo VI, deteniéndose a hablar con él y entregándole también la bicicleta utilizada durante la carrera.

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En una entrevista con los medios del Vaticano, Brady esboza un panorama de su comunidad, que sirve a los necesitados y llega a su puerta sin ningún juicio o discriminación basada en “raza o credo”: “Se trata de intentar ver el rostro de Cristo en aquellos a quienes servimos”.

Audiencia general

En los últimos días, los ciclistas de Athletica Vaticana han participado en los campeonatos del mundo de ciclismo de Glasgow. Y hoy, el el Papa firmó la bicicleta -donada por Pinarello- con la que Rien Schuurhuis disputó el Campeonato del Mundo el pasado domingo, también yendo a pie, y que será subastada para apoyar el servicio del dispensario pediátrico vaticano Santa Marta a favor de 500 familias pobres con niños pequeños.

Los ciclistas contaron esta mañana a Francisco su experiencia en la Copa del Mundo, vivida en comunión con la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa. Partiendo de la carrera “Gran Fondo”, reservada para aficionados, en la que Rino Alberto Bellapadrona y Marcus Bergmann pedalearon junto a Masomah Ali Zada, la ciclista afgana del Refugee Team formado por la Unión Ciclista Internacional con atletas de Afganistán, Siria e Irán.

Además, contaron al Papa el abrazo con los campeones paralímpicos y le regalaron una pequeña imagen de la Madre de Dios por parte de los pobres atendidos en el Centro Vicentino “Ozanam” de Glasgow, reunidos justo en la víspera de la carrera.