Del 29 de julio al 4 de agosto tuvo lugar en Timisoara (Rumanía) una nueva edición, la número 31, del Coloquio Europeo de Parroquias (CEP). Contó con la participación de sesenta personas de nueve países –sacerdotes, religiosos y laicos–, incluyendo una decena de jóvenes. Los trabajos giraron en torno al tema central: “Esperanza para Europa: ¿Cómo puede la comunidad cristiana ser significativa en el mundo de hoy?”.
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El teólogo suizo François-Xavier Amherdt, profesor emérito de teología pastoral, pedagogía religiosa y homilética en la Universidad de Friburgo (Suiza) fue el encargado de pronunciar les tres ponencias. En síntesis, Amherdt indicó siete terrenos o ámbitos de acción que para él constituyen “pistas de futuro para la esperanza de las parroquias europeas en la perspectiva del Reino”. Estos terrenos o ámbitos que las parroquias deberían cultivar o, por lo menos, explorar, son los siguientes: la pastoral de les ciudades: una Iglesia mestiza; la pastoral de la visita; la pastoral familiar; la pastoral de les pequeñas fraternidades de base; el pensamiento universal (ante la dimensión planetaria de los problemas y las situaciones); la pastoral ‘online’ (hablando el “dialecto” de nuestros contemporáneos); y los terceros lugares cristianos (de encuentro, de fraternidad, de acciones caritativas, solidarias y ecológicas).
Tres modelos de misión
El ponente inició sus intervenciones en el coloquio presentando, basándose en los Hechos de los Apóstoles, tres modelos de misión: acompañamiento personal (imitando la trayectoria de Felipe con el eunuco), diálogo con los no cristianos (siguiendo el ejemplo de Pablo en Atenas) y consolidación de las comunidades cristianas (a través de una catequesis comunitaria de consuelo y de estímulo, como hizo Pablo en relación con los ancianos de Mileto).
A continuación se refirió a los retos antropológicos y de sociedad que las parroquias tienen que afrontar. Citó, entre otros, el transhumanismo, la relación entre hombres y mujeres, la digitalización, la ecología y la cultura de la participación y del debate. Luego fue examinando, teniendo como referencia varios textos del papa Francisco, las distintas “tentaciones de repliegue” y las “enfermedades” que pueden afectar a los agentes pastorales (activismo no realista, “siempre se ha hecho así”…). Amherdt afirmó que la antropología cristiana tiene “recursos” para “repensar la pastoral parroquial” y dijo que son imprescindibles unas actitudes pastorales adaptadas al contexto social contemporáneo, tales como “buscar la sinodalidad eclesial como reflejo básico”.
Dos experiencias pastorales
En el transcurso del coloquio fueron presentadas dos experiencias pastorales. Una de ellas, la de Solidança, una entidad social nacida en 1997 en Cataluña, concretamente en Sant Joan Despí. La presentó su presidente, Josep Maria Fisa, sacerdote de la diócesis de Barcelona. Otra experiencia pastoral que los participantes en el coloquio pudieron conocer fue la de la Casa común Laudato si’, existente en la localidad belga de La Louvière.
El Coloquio dio la ocasión a los participantes de visitar, por grupos, parroquias de la ciudad. Las celebraciones litúrgicas más solemnes fueron la que presidió el primer día en la catedral católica el obispo de Timisoara, Mons. Josef Pal, y la que el domingo 30 de julio se desarrolló siguiendo el rito bizantino y presidió Mons. Bot Ioan Calin, obispo de Lugoj.
Apoyo para Ucrania
El pequeño grupo de asistentes ucranianos leyó, durante el coloquio, un documento en el que solicitaba “apoyo” para que su país pueda sobrevivir a la guerra desencadenada por la invasión rusa.
Precisamente la anterior edición del Coloquio Europeo de Parroquias tuvo lugar en la ciudad de Lviv (Leópolis), en Ucrania, el año 2019. Estos encuentros se llevan a cabo cada dos años en una ciudad europea. La presente edición en Rumanía no pudo celebrarse como estaba previsto en el año 2021 a causa de la pandemia.
El CEP reúne a personas de parroquias y comunidades cristianas de toda Europa interesadas en profundizar cuestiones de Iglesia y de sociedad, que desean participar con su propia identidad en la construcción europea.
