‘Aventureros del nuevo mundo’ (Sekotia) es el último libro del catedrático de la Universidad de Navarra Javier de Navascués. En él relata la historia de 30 personajes que llevaron una vida apasionante, y de extremos, que reflejan que en la conquista de América lo sucedido “no fue tan negro como muchos cuentan, ni tan blanco como otros creen”. No en vano, el autor sostiene que la América española es el proyecto más increíble realizado entre hombres, razas, intereses políticos y religiosos que se haya conocido jamás en la historia.
PREGUNTA.- ¿Qué palabra es la oportuna: conquista, colonización, descubrimiento?
RESPUESTA.- Depende del tiempo del que estemos hablando: América no era, digamos, la misma en 1500 que en 1700. Las conquistas principales se producen en los primeros 50 años de la presencia de españoles en América. Después, la conquista se demora y, de hecho, hay muchas tierras que quedan fuera del dominio español hasta las independencias de comienzos del siglo XIX.
P.- ¿Quién o quiénes fueron de los 30 personajes los que más le impresionaron?
R.- El trabajo de un biógrafo implica identificarse de alguna manera con su biografiado. En ese sentido, todos en algún momento me han interesado mucho. Si se trata de elegir, de todas formas, creo que me quedo con Juan de Palafox, beatificado por Benedicto XVI, por cierto.
P.- Hay dos sectores: el que piensa que la conquista española fue un progreso de la civilización sin ningún tipo de matices y el que considera que fue un genocidio…
R.- Cuando te dedicas a estudiar de cerca los destinos de los anónimos, las leyendas no funcionan… la realidad tiene más que ver con las personas y los seres de a pie, que nunca son ni buenos ni malos. Ni los “conquistadores” ni los “conquistados”. Somos personas y actuamos o por intereses positivos o por todo lo contrario. No hay personajes de una pieza. Enteros y cabales.
P.- En el libro se muestran individuos de todo tipo: políticos, campesinos, exploradores, rebeldes… algunos más terrenales que buscaron dinero y sexo, otros trataron de evangelizar, muchos se mezclaron con los indígenas…
R.- Los españoles y el catolicismo hicieron cosas buenas y cosas malas. Uno de los personajes que me emociona es Antonio Ruiz de Montoya, criollo jesuita. Pidió ayuda a España, no se la dieron, pero sí le permitieron que se rearmara… y así salvó de los esclavistas a miles de personas en un éxodo a Paraguay. (…)