Diócesis mexicana se pronuncia en contra de los libros gratuitos del gobierno

Al obispo de Celaya, Víctor Aguilar Ledesma, le llama la atención el hecho de que el gobierno actual, “que todo consulta”, no haya hecho una consulta en este tema tan importante

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La diócesis de Celaya, gobernada pastoralmente por el obispo Víctor Aguilar Ledesma, se sumó a las críticas a los libros de texto gratuitos distribuidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP) a nivel primaria y secundaria.

Diversas voces de la política y la sociedad, así como de la Iglesia en México, se han pronunciado respecto a la elaboración y distribución de estos libros, argumentando, entre otras cosas, que fueron elaborados sin el consenso nacional de todos los actores, sin planes de estudio, sin el respeto a la ley, y que en su contenido se encuentran elementos ideológicos no pedagógicos, incluso sin priorizar entre otros los aprendizajes matemáticos.

A ese respecto, en conferencia de prensa, el obispo Aguilar Ledesma cuestionó que “un gobierno que todo consulta”, no haya consultado con especialistas un tema de capital importancia como es la educación.

“Aquí tiene que haber consulta a la ciudadanía; si es un gobierno de consulta, que nos consulte a todos los que estamos involucrados en la educación; el gobierno no es al único que le importa la educación; le importa a los papás, le importa a los maestros, a la Iglesia, a los empresarios”.

Por otro lado, dijo, es importante que se respete la legalidad, pues las normas y leyes tienen que respetarse, “empezando por nuestro gobierno, con el ejemplo a respetar las normas”.

Asimismo, pidió no absolutizar el uso de los libros pues -dijo- son auxiliares, instrumentos de educación que “ahora nos descubre que la educación en México necesita una cirugía mayor; estamos en el mayor empeño de colaborar para que la educación tenga como punto central a la persona humana, que no se impongan ideologías, que se respete también la historia de nuestra patria, y sobre todo, que se nos cree un pensamiento positivo, científico, real no cargado de ideologías”.

La crisis educativa no se puede centrar en los libros de texto

Aguilar Ledesma expresó la disposición de la Iglesia en colaborar para que la educación en México sea de calidad para los jóvenes y los niños, “porque ellos son nuestro presente y futuro, y queremos un México capacitado, estudiado y que sepa de dónde viene, que sepa cómo realizar la vida y que sea protagonista de la historia en un mundo globalizado”.

En la conferencia también se leyó el comunicado de la diócesis de Celaya en el que se señala que la crisis educativa en México no se puede centrar solo en los libros de texto “hoy es su detonante; es solo un elemento más entre una serie de situaciones”.

Respecto a los nuevos libros -agregó- “ya significaron un daño patrimonial para México porque los recursos hasta hoy implicados ya se gastaron; a eso sumamos el grave impacto que tendrán en México 25 millones de estudiantes y sus familias, que de momento no pueden recibir los libros de texto; de igual modo, afecta a los millones de docentes que por años se han apoyado en los libros de texto gratuitos para enseñar”.

Asimismo, señaló que los culpables de esta situación no son los que han puesto un amparo en contra de los libros, sino que “hay un incumplimiento de la ley general de educación de quienes están al frente de la Secretaría de Educación Pública”.

“¿Por qué se mete un amparo?” -se pregunta- “porque hay fallas de origen, entre estas: la ley general de Educación en su artículo 113 instruye a la Secretaría para que los planes y programas de estudio se elaboren tomando en cuenta las opiniones de los estados y diversos actores sociales involucrados en la educación”.

La SEP -dijo- imprimió esos libros sin planes de estudio, “en resumen se trata de un proceso vertical autoritario”.

El tema ideológico, como viene presentado en la nueva educación de México, no concuerda entonces ni con los fundamentos filosóficos del marco legal vigente que este mismo gobierno aprobó, ni con la tradición histórica de nuestros sistemas educativos”, concluyó.

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