La irrupción de la guerra en Ucrania o las consecuencias de la pandemia del coronavirus ha desplazado la atención humanitaria internacional de otras regiones. Y es que, según denuncia Cáritas española, la crisis climática está causando sequías mortales e inundaciones sin precedentes en el Cuerno de África, Nigeria o Pakistán.
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Crecen los necesitados de ayudas
Además, el hambre alcanza niveles récord a nivel mundial llegando a cifras como que 45 millones de personas en 37 países corren el riesgo de morir de hambre. Una situación muy preocupante en países como Afganistán,Etiopía, Haití, Somalia, Sudán del Sur o Yemen. Se calcula que 388 millones de mujeres y niñas viven en la pobrezaextrema como consecuencia de estas crisis. A esto se suma el número de personas desplazadas internas y refugiadas con récord de 103 millones. Las previsiones son que 339 millones de personas van a necesitar ayudahumanitaria y protección este año 2023.
Más allá de esto, denuncia Laure Salies, del Área de Cooperación Internacional de Cáritas Española, “las cifras muestran un desequilibrio de financiación entre las crisis humanitarias, con el llamamiento de Ucrania que está cubierto casi al 90%, mientras que otras ‘crisis olvidadas’ están significativamente infrafinanciadas, como la de Malí, Sudán del Sur, Haití, República Democrática del Congo (RDC) o Burkina Faso; contextos humanitarios en los que Cáritas Española sí que está presente desde hace años”. Por ello, durante 2022, el presupuesto de Cáritas Española para dar respuesta humanitaria ascendió a más de 6 millones de euros.